En esta historia es casi mejor comenzar por el final porque de lo contrario sería demasiado duro. Rala ha encontrado la mejor familia posible.
Lo explicaban este verano desde Lex Ánima, la asociación a la que pertenece la juez Eva Díaz, su nueva humana.
Es un caso brutal, el de una perra de ocho años que ya había sido maltratada por su anterior "dueño", el ser que la tiró por un barranco cuando la abandonó.
Después, mientras estaba en la perrera de Figueres, otro "energúmeno", como lo definió Jordi Masquef i Creus, el Alcalde de la localidad, trató de quemarla viva y le causó heridas en el 80% de su cuerpo.
Rala era una perra que solo había conocido lo peor del ser humano. Incluso hubo quien quiso eutanasiarla tras la agresión. Pero entonces en su vida se cruzaron unas cuantas buenas personas y su agresor ingresó en prisión.
Según contaban en La Vanguardia, los veterinarios que estaban cuidando de ella tenían escrito junto a la puerta de su cama un mensaje: ‘Manipularla con mucho amor”.
Pasaron varios meses hasta que se recuperó y pudo ser adoptadoa. Y ahora amor será lo único que reciba por el resto de su vida.
Su nueva humana, parte de Lex Ánima, también ha aprovechado el altavoz que le ha dado la prensa al narrar esta adopción tan especial para concienciar sobre la importancia de endurecer las leyes contra el maltrato animal puesto que, pese a as últimas modificaciones, casi nadie va a la cárcel.
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La historia de Rala está llegando a muchas más personas gracias al foco que sobre ella han puesto los medios, especialmente La Vanguardia. Ojalá eso sirva para que este caso tan dramático no pueda volver a repetirse.
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