"Ayudar, ayudar y ayudar. Esa es nuestra máxima y con esa intención los guías y perros de rescate se entrenan constantemente para, llegado el momento, contribuir a salvar vidas".
Complicado resumir mejor la labor de todos los binomios de personas y perros que, en Turquía y en Siria, se afanan por encontrar supervivientes bajo los escombros que como lo han hecho desde la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros.
Porque estos canes trabajan pata a mano con sus guías humanos y son indispensables en situaciones tan dramáticas como las que se están viviendo en Turquía y Siria: los perros pueden detectar el aliento de una persona bajo los escombros, ese aliento que queda cuando las fuerzas ya no dan para pedir auxilio, y eso algo que ninguna persona, ninguna máquina, puede lograr.
Los perros de búsqueda y rescate son ligeros, ágiles y certeros, son los aliados de esos milagros que todos desean, deseamos presenciar.
El terremoto es la catástrofe más letal de la región en casi un siglo: más de 21.000 muertos y cerca de 80.000 heridos. Y todos los esfuerzos se centran, contra reloj, en localizar a posibles supervivientes.
Existen pequeños robots sobre ruedas con cámaras infrarrojas y térmicas que podrían ser utilizadas en esas tareas pero aunque en teoría también podrían detectar presencia de vida no son, ni de lejos, tan eficaces como el olfato de los perros. Son, además, extremadamente caras.
Esos prototipos quizá se lleguen a utilizar en el futuro pero por el momento no hay ninguna de esas máquinas trabajando en Siria y Turquía. Pero sí hay más de un centenar de perros de búsqueda de toda la UE y posiblemente hasta el doble si sumamos a los que han sido enviados desde medio mundo acompañando a los equipos de rescatistas.
Es impresionante ver trabajar a estos equipos y ver, como aquí, la localización de una mujer que estaba sepultada bajo todos estos escombros:
Y sí, es a estos perros -también- a los que han dejado desamparados en España tras la aprobación en el Congreso de una Ley de Protección Animal que solamente protege a los perros que viven en casa, no a los que trabajan con las personas o a los perros de caza.
De ahí la tristeza y la decepción también por parte de profesionales, como Iván Muñoz Bernabé, que están justamente trabajando para encontrar supervivientes en Turquía con equipos caninos. Estos perros merecen mucho más. No merecen ser tratados como "herramientas".
PD: Seguro que habréis visto este vídeo ya, el rescate de un pequeño perro que estaba completamente atrapado entre los escombros.
Otro milagro que genera esperanza porque para los rescatadores todas las vidas son importantes, todas las buenas noticias se comparten con emoción en un momento tan duro.
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