Este cortometraje es una maravilla. No os contamos mucho porque merece la pena verlo sin más. Y puede que al terminar os apetezca verlo otra vez (y compartirlo con alguien) porque es un relato de lo más enternecedor inspirado en una historia real.
Érase una vez una pareja que decidió convertirse en casa de acogida. Y allá que se fueron, a recoger a su primer perro en una protectora.
Se encontraron con Lenny, un mestizo que había perdido un ojo en una tormenta y se lo llevaron a casa. Lo bañaron y le dieron de comer y empezaron a enamorarse de él.
Entonces... pues eso, mejor verlo. Es realmente bonito.
PD La gran mayoría de las protectoras en España también se apoya en las casas de acogida. Es una forma de ayudar realmente útil: los cachorros o los perros viejitos no lo pasan bien en un chenil y están mucho mejor en un hogar, aunque solo sea de forma temporal.
No tienes más que contactar con cualquier protectora en tu zona si crees que puedes abrir tu casa y tu sofá a algún can que necesite un poquito más de atención humana.
Y sí, las personas que son así de generosas, dicen que es una sensación increíble aunque también sea dura, puesto que debes acostumbrarte a ver marchar a esos canes. Pero se marchan, seguro, mucho mejor de lo que llegaron por lo que tu labor será doblemente valiosa para la protectora y para la familia de adopción.