Si alguien no sabe lo que es un golpe de calor, estas imágenes se lo dejarán claro. Una perra, dentro de un coche, al sol y sin ventilación. Menos mal que en esta ocasión la Guardia Civil de Aspe (Alicante) decidió intervenir: de no haberlo hecho esa pit bull hubiera muerto, con toda seguridad. Es extremadamente peligroso, incluso dejando las ventanas algo entornadas. Un perro mayor o con problemas de respiración podría sufrir daños irreversibles en poco más de seis minutos.
La Guardia Civil intentó localizar a la dueña del coche. Al no lograrlo, finalmente optaron por romper la ventana y sacar al can.
Y según explica El Mundo, siguen tratando de encontrar a esa persona, una ciudadana búlgara de 29 años, "que se enfrenta a un delito leve de maltrato animal". ¿Leve? ¿En serio? La ley de protección animal de la Comunidad Valenciana así parece indicarlo...
Dejar a un perro en un coche al sol y desentenderse de su bienestar no sólo es irresponsable, es una barbaridad; es (o debería de ser) directamente criminal.
Por el momento la perra está en una protectora que se ha hecho cargo de ella hasta que se localice a su dueña.