La suerte de los perros en Malasia es algo más complicada que en otros países: la mayoría musulmana considera impuros a los canes. Hace poco comentábamos la reciente historia del chaval que organizó un día perruno en el parque, un día para que la gente pudiera acercarse y tocar a los canes...fue un éxito pero acto seguido le llovieron las amenazas por parte de líderes religiosos contrarios a cualquier contacto entre humanos y canes.
Quizá por ello las protectoras en este país deben luchar aún más para fomentar las adopciones y, sobre todo, para disipar la idea de que adoptar es algo triste. O los perros, impuros, claro.
Este vídeo muestra la doble felicidad que se genera tras una adopción, la del can, y la del humano. Sonrisas compartidas y mucho moviento de cola contenta :-)
La organización tras esa felicidad es MIAR, Malaysia Indepence Animal Rescue. Su labor no es fácil, los casos que van mostrando en el facebook de la directora son a menudo extremos. Pero ellos siguen luchando, como tantísimos voluntarios en todo el mundo.
Hay muchos ejemplos de cómo su labor está cambiando el sino de muchos perros día a día. Jonah salió adelante pese a que le habían dado una semana de vida. Y aquí, otra belleza feliz... Olé por la gente como como Puspa Rani y por todos los voluntarios.