A Fergie le encanta el agua, como a muchos otros labradores. A ella le encanta nadar y normalmente lo hace junto a sus humanos pero está visto que por alguna razón Fergie -que tiene 14 años- sufrió un episodio de ansiedad por separación y dio un susto espectacular a sus dueños. Ellos llevaban fuera de casa un par de horas cuando la perra encontró la forma de escaparse y se lanzó al mar, al parecer en busca de su familia...
La escapada de Fergie fue épica, podría haber terminado muy mal pero por suerte no fue así y ha podido volver a casa: alguien la vio nadando en medio del mar y avisaron a la policía; rápidamente se organizó el rescate. Ella, que había recorrido unas 9 millas, fue directa hacia el barco, feliz de dejar el agua...
Aquí podéis ver toda la historia y la reunión con su familia.
La ansiedad por separación es un trastorno que, por desgracia, no es infrecuente y que es grave, pero tratable.
El caso de Fergie deja claro que, además de lo que pueda sufrir el perro (y obviamente lo pasan fatal), es una situación peligrosa:muchos de estos canes se convierten en verdaderos Houdinis, escapistas profesionales que localizan huecos que uno nunca sospechó existían,poniendo en riesgo su vida y posiblemente la de otros (cruzando carreteras, etc.)
Quizá a alguno de vosotros os haya tocado lidiar con este problema. Quizá a alguien le esté afectando en este momento: Aquí podéis consultar diversos consejos sobre cómo afrontar el problema así como los últimos estudios científicos al respecto.
Uno de los mayores expertos en comunicación canina, el Profesor Ádám Miklósi, ha estudiado a fondo la cuestión. Explica, entre otras muchas cuestiones, que al ladrar el perro indica que se siente solo y, algo bastante dramático, cuanto más tiempo pase entre aullido y aullido, más triste se siente el perro.
El tratamiento de la ansiedad por separación pasa por ir, gradualmente, enseñando al perro a estar tranquilo mientras está solo, a perder ese miedo y a ir siendo cada vez más independiente. Las pautas que suelen dar los educadores caninos están encaminadas a que el perro no asocie la marcha de su familia con algo negativo. En la web de ANAA también ofrecen consejos que os puden resultar útiles.
Es muy recomendable contar con ayuda de un buen profesional si os encontráis en esta situación.
PD: Otra cuestión que estudia la ciencia es cómo aparece este trastorno, porqué algunos perros lo desarrollan y otros no. De nuevo, en el instituto liderado por el profesor Miklósi lo ha analizado en profundidad. En esta charla que han compartido detallan algunas de sus hipótesis y conclusiones de su estudio. El estilo afectivo del dueño, sugieren, puede tener mucho que ver con la inseguridad del perro.