Muchos experimentos han demostrado que los canes sienten empatía, pueden sentir celos, entienden tanto el tono como el contenido de lo que les decimos. Incluso llegan a ignorar a los que no son simpáticos con sus dueños.
Sin ninguna duda, los perros reaccionan ante las emociones de las personas -trata de que tu perro te haga caso cuando estás muy enfadado y verás el resultado.
Son capaces de distinguir el miedo o la felicidad y pueden contagiarse de los estados emocionales de sus dueños. Y a quien mejor leen, sin duda, es a su propio humano...
Es lo que cuenta con gran ternura el escritor Mike Martin en este vídeo en el que han convertido a su carlino Phil -que, por supuesto, tiene su propio instagram- en un dibujo animado.
Seguro que muchas personas por aquí se identifican con la historia que comparte Martin...
Y no está de más recordar cómo los estados emocionales de una persona pueden afectar a un perro.