Esta es la historia de un soldado y su perro, un can al que este Marine considera más que su amigo, para él es su hermano. Jeff DeYoung y Cena estuvieron juntos en Afganistán y en cuanto pudo, De Young adoptó al labrador que había sido su máximo apoyo en tiempo de guerra. Y Cena volvió a salvarle la vida. Ahora ha tenido que despedirse de su perro, de su hermano, porque al can le diagnosticaron un cáncer terminal. Lo ha hecho con todos los honores debidos a un héroe canino, acompañado por otros soldados y miembros de su comunidad.
Con solo 19 años y cara de niño, Jeff DeYoung fue enviado a Afganistán. Y allí conoció a Cena, el perro detector de explosivos con el que entabló una amistad que ha cambiado su vida.
Durante todo el tiempo que pasó en Afganistán De Young, que perdió a varios amigos cercanos allí, se apoyó en su compañero perruno. Cuando acabó su misión, De Young, no tuvo más remedio que dejar atrás a Cena puesto que los perros pertenecen al ejército, no a sus guías.
Como cuenta en el vídeo, los cuatro años que estuvieron separados fueron un infierno para él: intentos de suicido, alcoholismo... Superar todo lo que había visto y sufrido en Afganistán no fue para él nada fácil.
Hasta que con ayuda de la American Humane Association pudo, por fin, adoptar a Cena. El can vino a vivir con él y se convirtió de nuevo en su compañero, en su máximo apoyo, ahora como perro de asistencia. Cena le devolvió la vida, esa vida normal que había perdido por su Trastorno por Estrés Post Traumático.
En su página de facebook podéis verles a ambos, siempre juntos.
Pocos meses después de haber compartido su historia con la BBC De Young tuvo que enfrentarse con una noticia devastadora: Cena tenía osteosarcoma, un agresivo cáncer de huesos. Tuvo tiempo, al menos, de preparar una despedida memorable para su compañero perruno.
En este vídeo, que es imposible ver sin llorar a lágrima viva, podéis ver el adios que han brindado a Cena: todos los honores militares y todo el cariño humano para un perro que ha sido querido hasta el final de su vida, un can que salvó muchas vidas en Afganistán y que, sin duda, salvó en múltiples ocasiones a su compañero humano.
La historia de este Marine y su perro ha emocionado a miles de personas. Muchos, tanto militares como civiles, han ayudado a De Young a poder decir adios como él quería a su hermano perro.
Su presencia, además de rendir homenaje a una amistad y a un vínculo tan especial, seguramente habrá servido para que De Young se sintiera un poco menos solo en un momento tan duro.