En 2019, Niall Harbison se fue a vivir a la isla de Koh Samui, en Tailandia, acompañado por su perro Snoop. Trataba de alejarse de los problemas que le acosaban en Irlanda, el estrés y sobre todo el alcoholismo. Pero esos problemas no se quedaron atrás, como suele suceder, y en 2020 estuvo a punto de morir debido a sus excesos con las drogas y el alcohol.
Snoop, su perro, fue una de las razones que le impulsaron a cambiar de vida, a dejar de beber y enfocarse en ayudar a los perros callejeros con los que se topaba por todos lados en esa isla paradisíaca. Así comenzó una nueva etapa en la vida de Harbison, ahora totalmente volcado en su labor perrunamente solidaria.
Snoop ha estado a su vera todo este tiempo, con cada vez más achaques pero disfrutando del agua del mar y de paseos pausados y juegos con sus nuevos compis caninos.
Hasta la semana pasada cuando tuvo que despedirse de su humano del alma. Tenía 14 años.
Hay perros que cambian el mundo de sus personas y de alguna manera cambian también el mundo de los perros... Gracias por ser esa inspiración tan fuerte, Snoop, gracias por ayudar a Niall a ayudar a tantísimos perros.
"Después de más de 11 maravillosos años de tremenda compañía, comienzo una semana sin mi mejor amigo. Snoop murió el viernes pasado por la mañana y siento como si hubiera perdido una parte de mi ser, tal era su importancia para mí.
Era la criatura más amable y buena que jamás hayas conocido y era el que mejor sabía escuchar con suave sabiduría en sus hermosos ojos.
Snoop fue adoptado de Irlanda y murió apaciblemente cuando tenía aproximadamente 14 años."
"Escucharás a la gente decir que alguien dejó una gran impresión en sus vidas. Para mí ha sido un perro. No es exagerado decir que no estaría aquí hoy si no fuera por Snoop. Ha estado conmigo durante la depresión, las borracheras, los ataques de ansiedad y todos los demás acontecimientos importantes de mi vida reciente.
Cuando terminé en el hospital después de casi morir alcoholizado hace dos años y medio, lo que me hizo recobrar el sentido fue Snoop.
Estando allí en la UCI, tocando fondo, lo que me hizo finalmente cambiar fue pensar en Snoop y en cómo me había dedicado su vida. No podía dejarlo solo. Él nunca lo entendería. Nunca se recuperaría de eso. Snoop me salvó la vida y estaré eternamente agradecido por ello.
También me refiero a que en los últimos años finalmente me ha visto en mi momento más feliz ayudando a sus amigos. Snoop tuvo un papel muy importante en esa transición.
"Cualquiera que me conozca le dirá que Snoop nunca estuvo lejos. Corríamos 5 kilómetros alrededor de Dublín. Me acompañaba de excursión por Irlanda e Inglaterra. Todos mis antiguos compañeros de trabajo conocían y amaban a Snoop en las oficinas. Vino a Manchester y luego a Tailandia conmigo. Nadamos en el frío Atlántico y en las cálidas aguas de aquí cuando era mayor. También nos escondíamos bajo las sábanas cuando tenía depresión. Me consoló en la vergüenza de esos bajonazos, con las cortinas cerradas. Nunca me juzgó ni una sola vez.
Snoop está enterrado en el lugar más idílico que se me ocurrió para él. En medio de la selva al lado de la hermosa Tina. Al igual que ella, en su juventud adoraba perseguir pelotas de tenis. Se brindaron un gran consuelo mutuamente en los últimos 3 meses mientras su salud empeoraba rápidamente. Puede que ambos hayan estado enfermos, pero me brindaron mucho amor y compartimos muchas risas y momentos mágicos.
Me he quedado sin fuerza. Planchado. No me da miedo decir que estoy exhausto por perder 2 perros especiales con una semana de diferencia.
Mi mayor preocupación en la vida siempre había sido qué haría si Snoop muriera. Lo subrayé tres veces como un gran peligro para mí.
Me he estado preparando para este momento durante casi un año mientras su salud empeoraba. Es por eso que lo guardé para mí y para un puñado de amigos durante los últimos días. Hay mucho que procesar. Lo mejor que puedo decir es que mientras escribo estoy bebiendo zumo de naranja y comiendo fruta y más decidido que nunca a cambiar el destino de los perros en todo el mundo.
Snoop era tranquilo y discreto. Un alma buena. Su propósito en la vida fue ayudarme a seguir adelante en un momento difícil y encaminarme para ayudar a sus amigos necesitados.
Mi trabajo ahora es cumplir mi palabra hacia él, mantenerme sobrio y lograr que se cumpla todo lo que le dije en nuestros momentos tranquilos juntos recientemente.
Gracias Snoop. Realmente eras mi superhéroe."
Seguro que a él estará dedicado el libro que Niall ha escrito sobre su experiencia cuidando de perros callejeros en Tailandia, Hope, que estará a la venta a partir de final de agosto.
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