Hemos hablado de Smiley en más de una ocasión. Este perro, ciego y feliz, le robó el corazón a medio mundo, a los que le conocieron cuando ejercía como perro de terapia y a los que se acercaron a su historia a través de las redes sociales. Llevaba tiempo malito, con varios tumores que debido a su edad su familia decidió no operar. Compartimos su despedida porque las fotos y reflexiones que su familia ha ido publicando a lo largo de los últimos meses así como las decisiones que han tenido que tomar y sus palabras sobre el dolor y el amor perruno son certeras y preciosas, dejan claro lo mucho que se puede llegar a querer a un can y lo importante que es saber disfrutar del momento con ellos y estar ahí, también a su lado, hasta el final.
Todo este tiempo, ahora que eran conscientes de que en algún momento deberían despedirse de él, la familia de Smiley ha intentado vivir el presente, disfrutar con su perro y ayudar a su perro a disfrutar.
Fotos felices, momentos relajados, Smiley estaba enfermo y viejito pero seguía apreciendo todo lo que le rodeaba y el cariño de sus humanos, no tenía dolores aunque fuera más lento, aunque necesitara más ayuda, aunque durmiera muchas horas del día al solecito.
Seguían compartiendo el mensaje de Smiley: hay que ver con el corazón.
Pero hace una semana llegó el momento de decirle adios, Smiley ya no tenía fuerzas para más: sabían que llegaría ese momento y querían que se fuera sin pasar ningún dolor.
"Es la única forma de devolverle todo lo que ha hecho por nosotros. Mañana dejaremos que se vaya. Él ya no puede más".
"¿Cómo puedo agradecerle todo lo que ha hecho? ¿Cómo le digo adios? Es casi el momento de dejarle ir. ¿Cómo puedo seguir sin él?"
"El pequeño perro con una gran misión se ha ido. Se ha ido calladamente y en paz en su lugar favorito a las 12:30. Espero que esté corriendo libre y que por fin pueda ver la belleza que le rodea. Espero que se haya encontrado con viejos y nuevos amigos. Su corazón era tan grande que pudo compartirlo con todo el mundo. Por favor, en honor a Smiley, mira el mundo que te rodea con amor, muestra bondad a los demás y haz lo que puedas por ellos. Gracias a todos por los mensajes de apoyo en este momento tan difícil."
"Un niño y su perro tendrán que separarse en algún momento. Shepherd sabe que este dolor que siente es el resultado de amar a otro ser con todo tu corazón. Como yo, no se arrepiente. El dolor se compensa con todo el amor que nos dio"
Smiley se ha ido pero su legado permanece y también permanece su mensaje y la lección que nos da su familia sobre cómo gestionar una enfermedad terminal y el duelo por un can al que se ha querido con locura: el dolor es brutal porque también lo fue el vínculo con ese ser, es inevitable pero es algo de lo que estar orgullosos, algo para recordar siempre.
El duelo es personal, no hay tiritas, no hay recetas y no hay porqué olvidar.