"Cuando los animales son maltratados, las personas están en riesgo. Cuando las personas son maltratadas, los animales están en riesgo."
Esta frase ofrece una de las claves por las que es crucial poner el foco en el maltrato animal, evitar que se pueda pasar por alto o ignorar, tanto por los propios animales como por las personas.
Y es de lo que se ha hablado en más profundidad en la I Jornada Nacional Técnico-formativa para cuerpos policiales sobre bienestar de los animales que ha organizado la Dirección General Derechos de los Animales.
En esta jornada han ofrecido información muy valiosa para los agentes que han de intervenir en casos de maltrato: el veterinario Alfredo Fernández Álvarez, vocal de la Comisión Nacional para el Bienestar Animal y miembro fundador del Observatorio contra el Maltrato Animal, ha desgranado, en una extensa charla, desde los tipos de maltrato a la importancia de identificar posibles situaciones de maltrato de manera precoz, reconociendo los problemas existentes -desde ausencia de protocolos veterinarios a la falta de recursos.
Pero queremos centrarnos en la intervención de Santi Vidal, educador canino de Más que Guau, porque sus aportaciones y reflexiones -cuyo objetivo es ofrecer consejos prácticos para que los cuerpos policiales sepan cómo interactuar correctamente con perros, para que sepan cómo manejar a animales en situaciones complicadas y estresantes,son útiles para cualquier persona que conviva con perros, para cualquiera que quiera entender mejor a los canes.
- Hay un montón de heridas invisibles, de cicatrices que van a durar mucho tiempo porque los perros expuestos a maltrato experimentan dolor físico, pero también dolor emocional. Para un perro, al igual que para una persona, es mucho más insoportable el dolor emocional que el dolor físico.La mayoría de perros que han sufrido algún tipo de maltrato tiene traumas, heridas invisibles que poden durar semanas, meses o años.
- Cando hablamos de rescatar a un perro me gustaría que todos tuviéramos en la cabeza que el rescate de un perro no es otra cosa que una conversación.El adiestramiento debería ser una conversación y la convivencia con perros debería ser conversación, pero la realidad es que la mayoría de veces es un monólogo en el que, con frecuencia, se utiliza a fuerza.
- Las dos herramientas clave para evitar incidentes en la convivencia cotidiana con los perros son la libertad y la comunicación, darles libertad de elección -con seguridad- y atender lo que están diciéndonos, aprender a escucharlos.
- Todos los perros hablan, nos hablan, pero a muchas personas les falta conocimiento para saber escucharlos.
- Cuando un perro puede comunicarse, el miedo disminuye normemente. Los perros que pueden comunicarse y son entendidos, no suelen morder.
Es un error hablar del lenguaje dos perros: no es el lenguaje de los perros, es un lenguaje universal que comparten muchos animales de especies distintas, incluso las personas.
Lo que pasa es que desde pequeños nos enseñan a dejar de lado ese lenguaje visual y los perros son tremendamente visuales, el 80% de su comunicaciones son a través de gestos o acciones. El lenguaje visual no engaña, no miente. En cambio, con la palabra, es muy fácil ocultar cosas que no quieres que los demas sepan.
Aquí tenéis la charla completa de Santi Vidal, hemos resumido a continuación una parte de lo que ha explicado en la misma.
- Antes de pedirle tantas cosas a un perro deberíamos aprender a escucharles. Porque los perros que descubren que se pueden relacionar con su entorno, que se sienten escuchados, que tienen cierta capacidade de decisión sobre sus vidas y sobre su estado emocional son canes que no generan problemas graves.
Los perros que tratan de comunicarse, que intentan decir que están asustados o estresados y a los que no se escucha, o con los que se usa la fuerza, la corrección o el castigo, son perros que tienen una elevada probabilidad de acabar mordiendo.
La comunicación es la herramienta perfecta para que no haya conflictos pero tiene un punto débil, un talón de Aquiles, el estrés. Los perros, igual que las personas, se comunican peor y no escuchan cuando están estresados.
Lo que se conoce como las señales de calma, la forma de comunicarse de los perros, funciona cuando no están estresados. Cuanto más estrés, menos se comunica un perro, menos habla.. Si el conflicto persiste y no funciona la comunicación entonces es cuando llegan los mordiscos.
Cuando hay una situaciones extremas -como la DANA en Valencia- muchos perros quedan traumatizados y un perro que está traumatizado es muy probable que entre en defensa. Si tienes que rescatar a un perro en una situación así lo primero es hacerle saber que vas a ayudarle pero ese perro solo ve vampiros a su alrededor, el estrés hace que interpretes todo lo que te rodea como amenazante.
El estrés y el miedo suelen ir de la mano: cuanto más estrés tienes, más miedo también porque todo son amenazas a tu alrededor. Por eso, todos los modelos de agresividad nacen en el miedo y se ven alimentados por el estrés.
Ante un perro que no conoces debes de identificar si hay signos de miedo y debes de hacer lo posible para que el miedo y el estrés disminuyan para poder comunicarte.
La agresividad es, siempre, defensa(salvo ciertas patologías, como el hipotiroidismo). Y a mayor cantidad de estrés, más probabilidad de agresión.
Los perros cuando tienen miedo no necesitan un amigo, lo que necesitan es comprender que no eres una amenaza: no intentes hacerte amigo de un perro asustado, que está enuna situación vulnerable... esfuerzate en demostrarle que no eres una amenaza
Aparta la mirada, utiliza la visión periférica, intenta no mirar a su cabeza sino a sus pies. Sube tu mirada desde un pie, por la pata hasta la cruz del pecho y baja por la otra pata hasta el pie.
Girar la cara, utilizar el costado, las curvas... son señales de calma pero es importante hacerlo de forma natural, con un lenguaje corporal distendido.
Lo que no viene hacia ti no puede ser una amenaza, de ahí la importancia de las curvas o de moverse en paralelo y un movimiento lento, pausado.
Hay que escuchar: si el perro está gruñendo, enseñando los dientes... cuidado, dale algo más de tiempo o espacio.
Muéstrate ocupado si es una situación en la que no lo ves claro: no le prestes atención directa, dale el costado y dale espacio mientras "haces otra cosa" sin darle la espalda, sin ir de frente tampoco.
A partir del momento en que un perro se siente escuchado y se te acerca, ahí puedes usar ya la comida. Pero es peligroso invertir el orden porque te puedes llevar un mordisco. Primero hay que entablar esa conversación, luego ya puedes empezar con la comida.
Cuidado porque las caricias superficiales lo que hacen es excitary no todos los perros pueden estar preparados para recibir contacto físico. Y en ese caso sería una caricia tipo masaje, porque eso sí ayuda a bajar el estrés. Pero siempre estando muy atentos y escuchando al perro.
Ante una situación muy intensa, de mucho estrés: tomar distancia si es posible o poner alguna barrera entre el perro y tú. El objetivo es que se reduzca el miedo lo suficiente para que pueda comunicarse.
Lo normal es que exista una escalera de agresividad: el perro muerde cuando se ignoran unas cuantas señales previas. Pero puede no ser así, puede suceder que de una señal de calma pase a morder, pero no es lo habitual. En la experiencia de Santi Vidal y Eli Hinojosa, de Más que Guau, la señal de calma que más veces precede a un mordisco es el lamido del hocico.
Erizamiento de pelo, gruñir, mirar fijamente, la tensión muscular... son señales "red flag",las que pueden anticipar un momento particularmente peligroso.
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