El 1 de junio es el'Día de la Lucha Frente a la Leishmaniosis' y por eso la La Organización Colegial Veterinaria (OCV) ha querido advertir de nuevo sobre las graves consecuencias de esta zoonosis, endémica en España.
Mundialmente, se calcula que existen 200 millones de personas expuestas al riesgo de infección y 300.000 casos anuales. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una de las seis enfermedades tropicales de mayor importancia en términos de investigación para nuevos métodos de prevención, diagnóstico y tratamiento.
Y, en España, la OCV considera que “a pesar de su impacto en la salud pública, la leishmaniosis sigue siendo una enfermedad desatendida que requiere un mayor esfuerzo en prevención, concienciación e investigación".
Su reflexión es clara: la colaboración entre médicos y veterinarios es la medida clave en la lucha contra esta dolencia.
La leishmaniosis es una enfermedad causada por un parásito protozoario del género Leishmania. No es un mosquito común, es un insecto al que se le llama flebotomo: sus horas de mayor actividad son al anochecer, las primeras horas de la noche y al amanecer
El contagio a las personas (o a los perros) se produce a través de la picadura de ese flebotomo, contagiado al haber picado previamente a un animal infectado: en España el reservorio más común es el perro pero también animales silvestres como la liebre y el conejo.
Un perro no puede transmitirle la enfermedad ni a una persona ni a otro perro: el contagio siempre sucede es a través del flebotomo.
La leishmaniosis canina afecta anualmente a cerca de 385.000 perros en España, siendo la prevención la única medida eficaz para su control. Así, la OCV destaca que "los casos en humanos disminuyen considerablemente al aumentar el número de perros protegidos”.
El aumento de la incidencia de la leishmaniosis en personas en los últimos años, según datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, pone de manifiesto la necesidad de abordar la enfermedad bajo el enfoque 'One Health'.
El cambio climático es, en parte, responsable de ese incremento en la incidencia: el aumento de temperaturas permite que los flebotomos estén activos casi todo el año y en áreas anteriormente libres de riesgo. Ante esta realidad, es preciso proteger a los animales de compañía durante todo el año para garantizar no solo su salud, sino también la de toda la familia.
Por este motivo, el máximo órgano representativo de los veterinarios españoles recomienda evitar paseos nocturnos durante los meses más cálidos y el uso de mosquiteras para reducir el riesgo de transmisión. Además, la tenencia responsable de mascotas y las medidas preventivas adecuadas son cruciales para controlar la propagación de la enfermedad”.
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