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La clonación de perros: no es ciencia ficción, es una realidad ¡sólo apta para millonarios!

La clonación de perros: no es ciencia ficción, es una realidad ¡sólo apta para millonarios!

Última actualización del articulo el día 04/03/2018

En la foto podéis ver a cuatro perros, son dos parejas de clones. Los "originales" se llamaban Wolfie y Bubble: ahora su humano, Peter Onruang, tiene a dos de cada y dice que aunque siempre echará de menos a Wolfie y Bubble, está encantado con sus nuevos canes, por los que ha pagado... aproximadamente 100.000 $(unos 80.300 euros) a una empresa de Seul, en Corea del Sur, la única en todo el mundo que se dedica a la clonación de perros.


La Fundación Sooam arrastra cierta controversia porque su máximo responsable, Hwang Woo-Suk, falsificó un estudio sobre la clonación humana: el científico aseguró haber clonado -por primera vez en el mundo- células madre embrionarias, algo que significó miles de dólares en subvenciones para continuar con sus investigaciones hasta que, varios años después, se destapó el fraude.

Pero él fue también el primero en lograr clonar a un perro, un Galgo Afgano llamado Snuppy. Es el can chiquitín que véis aquí al lado de un Afgano más grande.

Y ahora su fundación se ha convertido, como podéis imaginar, en la empresa que anima a los dueños de canes de todo el mundo, previo pago de una considerable suma, a clonar a sus perros, algo que ya han hecho más de una docena de personas en EEUU (que se sepa).

De hecho, dicen que el laboratorio tiene la capacidad de crear a unos 150 ó 200 clones cada año... así que mientras haya gente que pueda pagar por ello, seguro que las clonaciones van en aumento.

Ya han expandido su radio de acción al Reino Unido, allí nació un can clonado por los científicos de la Fundación Sooam en abril, tras el concurso promocional que organizaron con el objetivo de ofrecer una primera clonación gratis y despertar el interés de más gente que sí pudiera pagar los 100.000 $.

En el caso de Peter Onruang, su historia es bastante peculiar, tal y como él mismo la relata en la web que ha creado para hablar de la clonación de sus canes, a los que véis en esta imagen.

Toda su vida ha sido una lucha para tener el suficiente dinero que le permitiera, justamente, conseguir clonar a Wolfie y Bubble, sus compañeros, los que le acompañaron en sus horas más bajas...

Según explican, para clonar a un perro se necesitan células o tejido vivo, no se puede lograr la clonación a partir de sangre, ADN, pelo o dientes. Por eso tras la muerte de un can hay un margen de 5 días en los que se pueden extraer células para, posteriormente, llevar a cabo la clonación.

Eso fue lo que hizo Peter y Tres meses después de que los científicos recibieran las células del can, ahí estaban los clones... Ahora podéis seguir las aventuras de sus nuevos canes también en facebook, ahí va publicando fotos y vídeos de los cuatro clones que se llaman Wolfie Bear, Wolfie Girl, Bubble Face y Bubble Rubble.

En estos vídeos, parte de un documental sobre la clonación de perros, también podéis concer a otros humanos que han decidido invertir una fortuna en "duplicar" a sus canes. 

Es una ventana al futuro, por mucho que resulte excesivo pensar en invertir tamaña cantidad de dinero en clonar a un perro pero lo cierto es que es cada vez más "barato" y por eso mismo cada vez más personas se lo plantean aunque... los expertos tratan de hacer ver que un clon no es una copia exacta, no será nunca el mismo perro.

A mí me resulta fascinante el proceso mental que lleva a tomar esa decisión. Es otro ejemplo del brutal vínculo que establecemos con nuestros perros, de esa relación tan próxima y tan visceral, tan difícil de explicar a los que nunca han convivido con un can.

PD: Si alguien quiere saber cómo es el proceso que hay que seguir para lograr que tu can pueda ser clonado, Peter lo explica todo -en inglés- en su web.