Imposible no emocionarse al leer las palabras que el sargento Michael Spitaleri ha dedicado a Major, su perro. Las han compartido en el facebook del departamento de policía de Clearwater, en Florida. Es el relato de toda una vida (perruna) juntos, primero entrenando, luego trabajando y luego ya, cuando Major se retiró, sencillamente como familia. Una carta que sirve para recordarnos el gran apoyo que prestan estos perros a sus humanos y el fuerte vínculo que se establece cuando trabajas con un perro día a día.
Os traducimos la carta aquí, podéis leer el original en facebook:
"A mi compañero fiel,
Hoy ha sido el día más difícil de mi carrera. Tomé la decisión de poner fin a tu dolor y sufrimiento, pero me duele mucho más de lo que nunca pensé. Ya te echo de menos, amigo.
Me acuerdo de cuando te recogí en el aeropuerto justo antes de empezar la escuela K-9 juntos. Mi primera impresión no fue certera. Pensé que eras demasiado pequeño y a primera vista parecías tímido. Sinceramente, no sabía si llegarías a ser un perro policía. No obstante, empezamos la escuela K-9 juntos en noviembre de 2008. Rápidamente me di cuenta de que mi evaluación inicial había sido incorrecta. Me lo demostraste una y otra vez. Tus ganas de complacerme, tu lealtad y tu coraje fueron evidentes mientras porgresamos y nos graduamos en la escuela K-9 en marzo de 2009.
Como equipo, hemos tenido éxito desde el comienzo. Durante nuestra primera semana juntos, rastreaste y encontraste a un hombre que amenazaba a su mujer con un cuchillo. A partir de ese momento mejoramos día a día. A lo largo de los años localizamos decenas de criminales, narcóticos ilegales, armas de fuego y otros artículos de valor probatorio. Estas detenciones y hallazgos no habrían sido posibles sin ti. En ocasiones hiciste que yo pareciera una súper estrella cuando, a decir verdad, yo no era nada más que el tipo que sujetaba tu correa.
Nuestros compañeros de trabajo te respetaban. Siempre me reía cuando nos tocaba entrenar con el equipo SWAT. Durante esas sesiones de entrenamiento estuvimos con algunos de los hombres más duros con los que he tenido el privilegio de trabajar. Cuando te sacaba del coche veía a cómo se alejaban de ti, buscando la esquina de la habitación, porque pensaban que eras un "loco." No eras ningún loco; eras mi protector. Eras su protector. No tenías límites no tenía límites y nada te detenía cuando tu objetivo era que volviéramos a casa sanos y salvos, con nuestras familias. Te tomabas muy en serio tu trabajo.
Nunca olvidaré cuando lo de la radio. No fallaba nunca: tan pronto como yo mandaba un mensaje, empezabas a ladrar tan fuerte que no podía ni escucharme hablar. Les pedía a los compañeros que transmitieran mis mensajes. Sabían que no me gustaba nada cuando "hablabas" por encima de mí pero es algo que nunca dejaste de hacer. Todavía nos reímos de ello hoy en día.
Cuando te retiraste en 2014 por razones de salud, el ajuste a la vida de perro normal fue difícil para ti. Me mirabas prepararme para ir a trabajar e ibas a la puerta, listo para salir conmigo. Sé que no entendiste porqué te retiré pero lo hice porque te quería, amigo. No quería que tu salud empeorara, quería que tuvieras una buena calidad de vida durante tu retiro. Te lo merecíasy sé que mi decisión fue la correcta. Igual que tú me habías protegido, ahora me tocaba a mí cuidarte y protegerte.
Aunque sé que no disfrutaste de tu jubilación como los humanos, estoy orgulloso de decir que te lo tomaste lo mejor posible. Te convertiste en el perro de mi mujer. En el perro de mis hijos.Te aseguraste de que estuvieran protegidos mientras papá se iba a trabajar con su nuevo perro, con Echo. Te echabas junto al dormitorio de mis hijos por la noche como para decir, "Yo me ocupo, Papá, tú vete a trabajar que yo ellos estarán bien. " Sentía paz sabiendo que tú estabas en casa ocupándote de que estuvieran a salvo. Gracias por protegerlos igual que me protegiste a mí todos esos años.
Podría seguir y seguir. Tú me convertiste en el guía perruno que hoy soy. No hubo ningún reto que no superaras. Fuiste un gran compañero y te estoy eternamente agradecido.
Major, te quiero y siempre recordaré nuestro tiempo juntos. Por favor, cuando llegues al cielo acércate al primer oficial de policía que veas y dile que te incorporas al servicio. Hasta que te vuelva a ver....
Te quiere
Papá."
PD Gracias a BarkPost por compartir la historia.