Michael Raphan es un fotógrafo de Nueva York afincado en España, en Torrelodones. Durante un año se ha dedicado a retratar a los perros que están tras las vallas de esa localidad madrileña, a esos "perros de jardín" que llaman algunos, canes que -en demasiadas ocasiones- pasan mucho, demasiado tiempo solos, a la intemperie, y que reaccionan con energía cuando alguien pasa cerca de su territorio: algunos ladran, otros quieren jugar, otros se muestran agresivos, otros buscan cariño...
Tal y como comenta el fotógrafo, en Torrelodones hay muchísimos perros que se pasan el día así, esperando, tras las vallas o setos de sus casas...
A mí siempre me han dado mucha pena esos canes: hay gente que piensa que un perro que tiene espacio para correr ya es feliz, solo.
Y no es así, por mucho que tenga un jardín enorme o una terraza grandísima ese perro necesita socializar, interactuar con otros canes y con humanos, necesita hacer ejercicio y jugar... Un perro no quiere estar solo todo el día, tampoco en un jardín.
A lo largo de un año, Michael Raphan se ha dedicado a retratar a estos perros cuando paseaba junto a su hijo y a su propia perra, una mestiza de labrador y golden de tres patas llamada Lula.
Este es el resultado: "Dogs Behind Fences" (Perros tras las vallas), un proyecto que él tiene previsto continuar. Y que a mí me ha parecido realmente maravilloso.
Quizá sirva para que algunos entiendan que los perros no son felices cuando están solos todo el día, ni en un piso ni en un jardín, por muy grande que sea ese jardín.