Un nuevo estudio comparativo de la Universidad de Illinois ha mostrado que las dietas caninas "de calidad humana" o "grado humano", es decir dietas comerciales cuyos ingredientes son aptos para el consumo humano aunque estén elaboradas específicamente para perros (también conocidas como piensos naturales), pueden resultar extremadamente digestibles para los canes: ¿qué significa esto? que su organismo aprovecha mejor lo que comen y que, por tanto, hacen menos caca, ¡hasta un 66% menos!
En EEUU, las dietas o los alimentos para animales "de calidad humana" en teoría deberían ser aptas para consumo humano aunque no siempre sea así, a veces es una mera herramienta de marketing.
Como explican en la web de AAFCO, la asociación americana de controladores de piensos, para que un producto se considere comestible para los humanos, todos sus ingredientes deben ser comestibles para los humanos y el producto debe ser fabricado, empaquetado y conservado de acuerdo con la normativa pertinente. Solo si se cumplen estas condiciones para un alimento para animales, entonces se puede decir que es de grado humano.
En este caso, los investigadores de la Universidad de Illionois, liderados por el profesor Kelly Swanson, han alimentado a 12 Beagles durante un mes con cuatro dietas disponibles comercialmente (pienso tradicional, una dieta fresca refrigerada y dos dietas frescas elaboradas solamente con ingredientes de calidad humana certificados por el USDA. Las dietas frescas incluyen ingredientes mínimamente procesados como carne de vacuno, pollo, arroz, zanahorias, brócoli y otros en pequeños trozos o una especie de cazuela.
Los investigadores encontraron que los perros alimentados con pienso tenían que comer más para mantener su peso corporal y producían de 1,5 a 2,9 veces más heces que cualquiera de las dietas frescas. Es decir, hasta un 66% menos de cacas.
“Esto es similar a un estudio del Instituto Nacional de Salud de 2019 en humanos que encontró que las personas que consumían una dieta de alimentos frescos o poco procesados consumían en promedio 500 calorías menos por día, y reportaron estar más satisfechas que las personas que consumían una dieta más procesada”, dice Swanson.
Los investigadores también encontraron que las dietas frescas influyeron de manera única en la microbiota intestinal.
“Debido a que un intestino sano significa un perro sano, los perfiles de metabolitos y microbios fecales son lecturas importantes de la evaluación de la dieta”, explica Swanson. “Como hemos demostrado en estudios previos, las comunidades microbianas fecales de perros sanos alimentados con dietas frescas son diferentes a las de perros alimentados con pienso. Estos perfiles microbianos únicos probablemente se debieron a diferencias en el procesamiento de la dieta, la fuente de ingredientes y la concentración y el tipo de fibras, proteínas y grasas dietéticas que se sabe que influyen en lo que el perro digiere y lo que llega al colon para fermentar ".
No es el único estudio realizado por Swanson y su equipo sobre este tipo de alimentos. En 2019 ya publicaron un estudio que demostraba la alta digestibilidad de los piensos naturales.
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