Está en Polonia, en Przemyśl y otras localidades: la Aldea de los Perros es uno de los proyectos de Fundación ADA. La idea la tuvo un veterinario, Radosław Fedaczyński, allá por 2018 y desde entonces, poco a poco, se ha ido haciendo realidad.
Los perros sin hogar tienen un hogar aquí, aunque no una familia (aún). Viven en casas individuales que se asemejan a lo que sería su vida si fueran adoptados: hay sillones, sofás, sonidos de teléfono, música, aspiradora y luz, un pequeño jardín... Y educadores caninos que se ocupan de habituar a los canes a diferentes aspectos de lo que podría ser su día a día tras ser adoptados.
Esta aldea, como todos los asentamientos, está viva: inicialmente eran 9, luego 14 casitas y actualmente, esta Dog Village -de la que hablan hasta en revistas de arquitectura- cuenta con cerca de 30 casitas caninas en tres ubicaciones distintas, incluyendo una casa de rehabilitación con cinta de correr acuática, otra que es una peluquería - Spa y tres pistas valladas, una de ellas equipada con equipos de agility profesionales.
La idea tras este proyecto es llegar a cambiar los estándares de cuidado de los animales abandonados: alejarse de las jaulas, de los entornos estresantes y ofrecerles una experiencia más parecida a la de un hogar para que tengan más fácil la adopción y su posterior adaptación a la vida en familia.
Fundación ADA se financia sobre todo a través de donaciones así que si queréis echarles una pata podéis entrar en su web para ver cómo colaborar con este innovador y genial proyecto.
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