Seguro que tanto tu perro como tú lo podéis pasar en grande. Es un plan sencillo y divertido para cualquier tarde de verano, a la sombrita a ser posible: consigues o te fabricas (es súper sencillo) un soplador de pompas, sales al parque -o, si tienes la suerte de estar de vacaciones en alguna playa perruna, pues vas a la playa- y, zas, ¡a soplar! Esas burbujas livianas suelen ser un imán para perros juguetones. De todos los tamaños :-) PD: Un consejo extra: puede ser buena idea usar champú para canes al fabricar la mezcla para las burbujas, para asegurarte que no será tóxico para tu perro.
Marley es un profesional en esto de zamparse las burbujas.
El pequeño Oscar lo flipa al perseguir las pompas.
Sí, sí, para todos... el asunto es contagioso.
Stella, la siempre fabulosa Stella, también es fan de perseguir burbujas.
Es una actividad que genera muuuchas risas, comprobado está.Y eso que todos los perros de los vídeos anteriores no han probabo ¡las burbujas con sabor a bacon, especiales para perros! Sí... existe una "maquinita" cuyas burbujas tienen olor y sabor a bacon.
Si alguien se decide a poner algo así en práctica, pero en versión casera, que nos cuente cómo hacerlo y lo compartimos :-) No sé, quizá echarle caldo a la mezcla jabonosa? Puede ser un poco asquito... Lo dicho, si tenéis ideas prácticas al respecto, ¡contadnos en los comentarios!