Seguro que más de uno ha visto a sus churumbeles hacer algo así o... quizá lo haya hecho en su infancia :-)
Los canes, esas niñeras inesperadas y pacientes...esos amigos que acompañan a algunos niños a lo largo de toda su infancia y que son los mejores compañeros de juegos. No tengo ninguna duda: los niños que se crían en una casa con perro tienen una enorme suerte y viven aventuras que nunca olvidan.
Noa tiene toda la pinta de estar practicando para ver si esto de la medicina le gusta... Vamos, jugando a los médicos como se ha hecho toda la vida. Lo bueno es que ella cuenta con una aliada perfecta, una falsa enferma perruna llamada Neckar, una Bull Terrier tan guapa como santa, ¡pero santa!
La perra se deja revisar los oídos, las patas... Sus caras son fantásticas, cuántas veces los perros nos hablan con la mirada, ¿no os parece?
"Yo me acerco con una pomada y se esconde..." comenta el padre de Noa en facebook. Pero con Noa, ya véis, más paciente imposible :-)
Lo curioso, por definirlo de alguna manera, es que los Bull Terrier son considerados una raza potencialmente peligrosa justamente donde vive Neckar, en Valencia. Es la única Comunidad Autónoma en la que esta raza forma del listado de PPP.
PD: La norma básica para evitar sustos o sobresaltos cuando hay niños pequeños y perros es sencilla: la supervisión.
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Es que se ve a leguas que nunca le haría daño: se dejaría matar por ella. Si los padres quieren darle un cachete a la niña la van a tener jajaja