La entrada en vigor de la primera Ley de Bienestar Animal estatal no es más que el primer paso, el punto de partida: José Ramón Becerra, Director General de Derechos de los Animales, es consciente de lo mucho que queda por hacer y mejorar en este sentido, incluyendo también en lo relativo al maltrato animal.
Tras aceptar que estamos a la cola (de Europa) en bienestar animal y políticas pet friendly, tiene claro que tarde o temprano esto va a cambiar. En ello están trabajando.
Hay un buen número de cuestiones clave que están pendientes de desarrollo reglamentario -como el curso para las personas que conviven con perros o todo lo relativo a los PPPs, los Perros Potencialmente Peligrosos. La intención de la Dirección General de Derechos de los Animales es presentar, antes de verano, el primer borrador del Real Decreto donde desgranarán los detalles que permitirían avanzar en estos temas.
En 2023 entró en vigor tanto la nueva Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales como la reforma del Código Penal en materia de maltrato animal y ambas llegaron con polémica y muchas dudas.
En el caso de la Ley de Bienestar Animal, además de los mil bulos que se compartieron, la exclusión de los perros de caza y trabajo fue lo que más enfado suscitó. En cuanto al Código Penal, el punto más criticado fue la posibilidad de imponer multas en vez de penas de cárcel.
¿Se prevé alguna modificación en un futuro cercano? En el caso de los perros de caza y trabajo, es improbable, explica Becerra, porque cualquier cambio tendría que ser aprobado por el Congreso y esta legislatura es aún más complicada que la anterior.
Aún así, "que estén fuera de la ley no quiere decir que estén del todo desprotegidos" por mucho que no sea la situación ideal, reconoce Becerra. Asume que hay que seguir trabajando para mejorar esas lagunas de protección, sobre todo en la parte de tenencia, en lo que respecta al abandono o maltrato.
"Hemos estado visitando centros de protección y es verdad que estacionalmente los perros de caza les generan problemas de sobrepoblación pero ahora mismo lo que preocupa son los perros potencialmente peligrosos, que no tienen salida. Esos sí que nos insisten las entidades de protección que les llenan los cheniles y que no hay manera de gestionar la adopción de estos animales."
En cuanto al Código Penal en materia de maltrato animal, Becerra ha sido tajante: no está satisfecho, como Director General de Derechos de los Animales, con el castigo que ahora mismo merece el maltrato en nuestro país. Y está trabajando para que esto cambie.
Pero el problema, insiste, no es que puedan imponerte una multa en vez de una pena de cárcel, es que más del 50% de los expedientes se archivan.
Como nos explicaba con detalle hace tiempo Rosa Chamorro, la Presidenta de Héroes de 4 Patas, en España no hay ninguna regulación específica para los perros de trabajo: cada unidad tiene sus protocolos propios.
Y en este caso, reconoce José Ramón Becerra, el hecho que hayan quedado excluídos de la Ley de Bienestar Animal sí ha tenido un efecto perjudicial para ellos.
En el desarrollo reglamentario que se presentaría antes de verano el objetivo es introducir una serie de modificaciones sobre los perros potencialmente peligrosos para que se les someta a algún tipo de test o prueba que permita desclasificarlos como perros de manejo especial.
Es decir, los actuales PPPs pasarían a llamarse perros de manejo especial y los que pasaran un test de comportamiento ya podrían ir sin bozal y tener el mismo tipo de vida que cualquier otro perro. Pero ese test solo lo tendrían que hacer los perros que ahora mismo son considerados por la ley potencialmente peligrosos no, como se sugirió inicialmente, a todos los perros a partir de un peso concreto.
Habrá que esperar al Real Decreto para conocer algún detalle adicional sobre esos tests.
Hasta hace poco José Ramón Becerra era también humano perruno, su can falleció hace muy poco: "No había tenido perro nunca y ha sido una experiencia que me ha permitido ver lo profunda que puede llegar a ser la relación entre el perro y la persona".
Es, probablemente, la parte más dura de convivir con un can, el saber que tendrás que despedirte demasiado pronto inevitablemente, algo para lo que muchas personas no están preparadas.
Quizá esto sea algo en lo que incida el curso que se está diseñando desde la Dirección General de Derechos de los Animales, un curso que solamente sería obligatorio para los nuevos titulares, dado que es muy difícil hacerlo retroactivo.
Estos son los detalles que nos ha avanzado Becerra sobre este curso que tanto dio que hablar en su momento: sería ágil, previsiblemente gratuito y muy práctico.
Si hoy en día un policía en cualquier municipio de españa un policia te ve con un collar de ese tipo en tu animal, la sanción es inmediata, explica José Ramón Becerra. La ley es muy clara y tajante al respecto, prohibe determinadas herramientas como los collares de castigo o de descargas y no se necesita desarrollo reglamentario.
¿El problema? Que muchas cuestiones que la ley establece por primera vez que se desconocen y desde el Ministerio tienen que hacer aún campañas de sensibilización y de divulgación y concienciación. "Con el tiempo conseguiremos socializar mejor esas ideas... La tenencia responsable es algo que no se agota con la publicación de la ley, es un camino que hay que ir desarrollando".
Y otro problema adicional, como le comentamos desde SrPerro, es que ese tipo de artilugios se podrían seguir usando en perros de caza o trabajo, dado que están fuera del amparo de la Ley de Bienestar Animal.
Aunque inicialmente hubo dudas, ya sí está claro -aunque aún no sea del todo conocido- la Ley de Bienestar Animal indica que los dueños de restaurantes, bares, hoteles y cualquier establecimiento donde se consumen bebidas y comidas pueden permitir el acceso de perros. Incluso en localidades donde la normativa aún no se haya actualizado y las Ordenanzas Municipales aún lo prohíban.
No solo eso, si no ponen ningún cartel que explícitamente lo prohíba, podríamos asumir que en ese local son bienvenidas las personas con perro pero... la realidad hace que la recomendación tanto de José Ramón Becerra como de SrPerro sea clara; mejor preguntar en vez de asumir, para evitar malos ratos o enfrentamientos desagradables.
En caso de conflicto con la normativa sanitaria -hay locales que no son bares o restaurantes donde se consumen bebidas o comidas- nos aclara Becerra que prevalece la normativa sanitaria -o la interpretación que hagan las autoridades sanitarias, los técnicos de salud pública.
Evidentemente hay mucho camino aún por recorrer y multitud de espacios donde, a veces sorprendentemente, los perros no son bienvenidos.
El transporte público sigue siendo una asignatura pendiente, es evidente, aunque no es la única, como reconoce el propio José Ramón Becerra: Nuestro país en el tema de bienestar animal y de políticas pet friendly estámos a la cola. Son dinámicas que se van a romer tarde o temprano, es algo que irá evolucionando.
Otro asunto que está en desarrollo y que será de vital importancia son los datos, por un lado los datos reales que permitan saber cuántos perros se abandonan en España -no estimaciones, que es lo que hay ahora mismo sino cifras reales- y por otro todos los registros pendientes de desarrollo.
"Hasta que no esté implantado el sistema central de registros no vamos a saber exactamente cuál es el número de animales que hay en España", explica José Ramón Becerra. Igualmente, los registros de criadores, de protectoras y de profesionales de la educación canina significarán un avance considerable.
Lo que nos ha podido aclarar el Director General de Derechos de los Animales es que dado que se parte de una realidad muy dispar, se han de establecer unos requisitos mínimos y luego serían las Comunidades Autónomas las que afinen esos requisitos y validen las inscripciones.
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