Jack es un salchicha de 10 años que fue adoptado por una humana estupenda allá por 2016. Cuando llegó a su nuevo hogar al principio tenía miedo de todos y de todo, cualquier ruido lo dejaba bloqueado o temblando...
Jack ha ido aprendiendo, a la velocidad perruna, cómo vivir feliz aunque no pueda ver: ahora su humana le avisa con una palabra cuando, por ejemplo, se aproxima algún ruido fuerte o cuando va a ser acariciado para que así no se asuste.
Cuando explora un espacio lo aprende de memoria y nunca se olvida de dónde están los obstáculos...
Como podréis ver en su instagram este ojazos disfruta haciendo reír a su familia, destrozando juguetes, comiendo chuches, jugando o siesteando con amigos perros... en definitiva, Jack disfruta siendo perro porque a él le da exactamente igual no ver.
Vaya suerte ha tenido Jack con su familia:
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