En pocos días, más de 200.000 personas han sumado su firmaen la petición que exige que la Policía Metropolitana de Londres rinda cuentas por la muerte a disparos de los dos canes de un hombre sin hogar.
Este dramático incidente sucedió a plena luz del día, en un barrio residencial y ante numerosos testigos: ha sido captado en vídeo desde multitud de ángulos, antes incluso de que los agentes eligieran disparar contra los perros, mostrando cómo su actitud hizo que la tensión fuera escalando en vez de al contrario.
Como explican desde Dogs on the Streets, la asociación que ayuda a las personas sin hogar con perros, un proyecto similar al que en Barcelona desarrolla FAADA, #MejoresAmigos, uno de los perretes a los que la policía ha matado tenía 9 meses y evidentemente no era agresivo.
Inicialmente, la Policía Metropolitana emitió un comunicado indicando la "destrucción", como ellos la definen, de dos perros fue totalmente justificada porque los canes estaban "peligrosamente fuera de control".
Es más, habían investigado el caso y todo correcto, desde su punto de vista:
"La Dirección de Estándares Profesionales del Met ha llevado a cabo una revisión exhaustiva del incidente, incluidas todas las imágenes disponibles de las cámaras corporales, y están satisfechos de la conducta de los oficiales".
Pero tanto en redes sociales como en la calle la indignación ha ido creciendo de forma imparable: ayer se celebró una marcha, una vigilia en memoria de Marshall y Millions, como se llamaban los perros, a la que también ha asistido emocionado su humano, Louie Turnbull.
Finalmente se ha sabido que, pese a los esfuerzos de la policía de Londres por zanjar este asunto no les va a ser posible enterrar lo sucedido: "La Oficina Independiente para la Conducta Policial llevará a cabo una investigación sobre la muerte de dos perros y la descarga eléctrica a su dueño en Limehouse por parte de la policía metropolitana el lunes", confirmaba en redes Dominic Dyer, un activista por los derechos de los animales que se ha involucrado en este dramático caso.
Su esperanza es que la relevancia mediática que está teniendo la muerte de Marshall y Millions sirva al menos para que algo así no pueda volver a suceder nunca más.
La Oficina Independiente para la Conducta Policial (IOPC) es un organismo que se ocupa, justamente, de investigar las denuncias y quejas sobre la actuación policial.
En este caso tan dramático y mediático han recibido varias denuncias concretas de personas que fueron testigo de la actuación policial y tras analizar toda la información han decidido que, efectivamente, se requiere una investigación independiente.
La directora regional de IOPC, Amanda Rowe, dijo: “Entendemos la preocupación pública con respecto a este incidente y es apropiado que se investigue de forma independiente. Examinaremos si las acciones de los oficiales involucrados fueron razonables y proporcionadas en todas las circunstancias y en línea con la política y el procedimiento relevante”.
Habrá que esperar para ver cuál es el resultado de esa investigación independiente pero ya es buena noticia que el caso no se haya cerrado sin más como quería la Policía Metropolitana.
En España, el caso de Sota, que también llegó a los tribunales pero no ha habido ninguna condena, ambas partes llegaron a un acuerdo.
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