Qué historia tan dramática. Solamente de imaginármelo me entran los siete males. Resulta que Noodles, como se llama este cachorro de Labrador, viajaba con su familia en un hidroala, un pequeño y veloz barco, que cubre el trayecto entre Nápoles e Ischia. Iban en cubierta y lo llevaban en brazos: lo dejaron un momento en el suelo y por lo visto se rompió el collar. El can escapó y cayó al mar...
"Advertimos a un marinero que nuestro perro se había caído al agua pero nos respondieron que no habían visto ningún perro y que de todas formas ya se habría ahogado", explica el dueño de Noodles, desesperado.
Es decir, el barco ¡no paró! Siguió su camino dejando al can en el mar. Sus dueños lograron avisar a la guardia costera que prometió enviar a algún barco a buscar al can.
Pero Noodles fue encontrado de forma casual...
Tras media hora nadando solo en el Golfo de Nápoles, aquí podéis ver el emocionante momento en el que es rescatado. Un grupo de gente, miembros de un club de vela, vieron al can en medio del mar y pararon a ayudarle. ¡La suerte que ha tenido!
Es impresionante. Y cuando muestran, al final, su desconcierto grabando en torno a ellos y no se ve nada más que agua... ni un barco cerca para explicar la presencia de Noodles ahí.
Sus dueños han demandado a la compañía por no haber socorrido al can.