La amistad de Kenny Moore, un jugador de futbol americano, con Max Dickson, un joven que lleva años batallando contra la depresión, la ansiedad y las adicciones comenzó en un momento realmente dramático: cuando Chica, la perra que se había convertido en la muleta vital de Max, casi muere tras ser atropellada.
Max Dickson se había mudado a Costa Rica para intentar empezar una nueva vida ahí tras una adolescencia plagada de problemas personales, como cuenta su padre. Pero, pasados unos meses de tranquilidad, sus problemas, sus demonios, volvieron: ansiedad, depresión...
Sus padres no sabían cómo ayudarle. Entonces, Max rescató a una cachorrota flacucha que encontró en la calle, a la que llamó Chica: no era particularmente amistosa, de hecho trataba de morder a la mayoría de los humanos. Ambos, claramente, tenían problemas para relacionarse y confiar en los demás.
Quizá eso unió aún más a Max con Chica pero se hicieron inseparables y él poco a poco empezó a mejorar. Ambos lo hicieron. Tanto que Max decidió que estaba listo para volver a a EEUU.
Por supuesto, Chica fue con él: ella era su compañera constante, la razón que le hacía seguir adelante cada día. Y emprendió una nueva vida en Indianapolis.
Un día, yendo de paseo, ella pegó un tirón y salió corriendo, se metió entre los coches y fue atropellada.
Max, desesperado, llegó hasta la perra y nadie paraba, nadie... hasta que se abrió la puerta de un todoterreno y un chaval le dijo "I Got You".
Este reportaje cuenta toda la emotiva y emocionante historia, como Kenny Moore eligió ayudar a ese chico desesperado y desconocido cuya perra estaba sangrando en el suelo. Y así salvó la vida de Chicha. Y de alguna manera la de Max, ya que él sin su perra estaba totalmente perdido.
El cortometraje I Got You, una versión reducida de este vídeo, está disponible en vimeo.