Ha habido sentencias previas, sí, pero hasta ahora debido a que los condenados no tenían antecedentes nunca han llegado a ingresar en prisión. En el caso de Carmen Marín, sus delitos son de tal maginitud que no podrá esquivar la cárcel, tal, y como queda reflejado en el auto del Juzgado de lo Penal Número 14 de Málaga: "Requiérase a Carmen Marin, para que en el plazo improrrogable de cinco dias, ingrese voluntariamente en prisión, bajo apercibimiento de acordar su busca y captura."Sí, por fin un maltratador de animales pagará por sus actos; la mujer trístemente conocida como “La Exterminadora de Parque Animal” tiene ante sí una condena de 3 años y 9 meses de cárcel.
Leer la descripción de lo que se probó hacía Carmen Marín en la protectora de Torremolinos, incluso cuando esa descripción es la que ofrece el propio auto que la condena, es decir con un lenguaje en teoría aseptico, te deja con el cuerpo cortado por mucho tiempo.
Parece impensable que ningún ser humano pueda ser tan cruel, tan... inhumano.
Fue declarada culpable por los delitos de falsedad documental y maltrato animal continuado. ¿Y esto que quiere decir? Pues aunque sea complicado de creer, junto con otro trabajador del centro, ella misma sacrificaba animales, sin sedación previa y por vía intramuscular, "suministraba menor dosis del medicamento de la que está indicada para producir una muerte indolora, lo que, unido al empleo de una vía inadecuada que producía una absorción por el organismo más lenta del eutanásico que no llegaba directamente al torrente sanguíneo, provocaba al animal, generalmente, una muerte lenta y con dolorosa y prolongada agonía"
Casi 3000 perros y gatos sufrieron ese terrible destino. En los periodos de verano, explican desde la protectoraEl Refugio, que ha ejercido de acusación popular en este caso, llegaban a producirse hasta tres tandas de exterminio cada semana. Era tal el ritmo de sacrificios que la acusada compró 15 litros de eutanásico, 25 veces más de lo que se consume normalmente en una clínica veterinaria en el periodo investigado.
La sentencia condena también a Carmen Marín por intrusismo profesional, al administrar el producto mortal sin la titulación necesaria y por falsedad documental ya que simuló la firma y sello de veterinarios en los listados de animales incinerados para poder cobrar el servicio del Ayuntamiento de Torremolinos.
Desde El Refugio han celebrado la noticia con euforia dada su involucración constante para impulsar las condenas de los maltratadores en éste y otros casos ocurridos en España.
Marín también debe pagar una multa de más de 24.000 € y tendrá que indemnizar a los socios del Parque Animal y a uno de los veterinarios a los que despidió.
Pero no termina aquí la historia porque aunque parezca imposible, hay otro caso diferente pero terriblemente similar, el de la Protectora de Animales Triple A, destapado en Marbella en 2016.
Según el Seprona, las investigaciones determinaron que la protectora realizaba el sacrificio de animales sin ningún tipo de criterio clínico, sin anestesia previa y en algunos casos aplicando el producto EUTANAX en dosis inadecuadas(de nuevo, para ahorrar),causando así aún más sufrimiento a los perros y gatos.
Además, sacrificaban animales sanos, incluso muchos cachorros de perros y gatos que hubieran sido fácilmente adoptables, siempre con el objetivo de reducir costes (y embolsarse el dinero). Y tenían un especie de tinglado montado para fomentar adopciones en Alemania y Finlanda -donde conseguían más ingresos- para, al parecer, embolsarse ese dinero.
Los detenidos en este otro caso están acusados de varios delitos de maltrato animal, intrusismo profesional, estafa, apropiación indebida, receptación, administración desleal, contra el derecho de los trabajadores y pertenencia grupo criminal.