Paula se declara "mamá perruna, gatuna y la community manager de mis niños", de Tito y de Hilario. Ella se ha animado a compartir su historia, a contarnos cómo paso a paso y visita a visita, esta bella pareja se convirtió en su familia. Esperamos que estos relatos, igual que el de Vilma o el de Arwen, sirvan, quizá, para animar a más gente a adoptar; esa es la intención.
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Estos son los protas, Tito e Hilario, dos canes con suerte, dos canes que gracias a la paciencia y al cariño de Paula y Ramón, están descubriendo lo que es ser un perro:
"Yo he tenido perro siempre, desde que tengo uso de razón, desde un cocker llamado Dandy, pasando por un mestizo de Jack Russell que se llama Nilo, y que era lo mas lindo que había, hasta mis niños perrunos que han llegado a mi vida hace apenas un año, Tito e Hilario.
Todo comenzó cuando murió Nilo, lo pasé muy mal, y al principio no quería volver a tener perro, porque realmente lo había pasado muy mal, pero pasaban los meses y me di cuenta que a mi me encanta convivir con un amigo peludo. Empecé a investigar sobre refugios y protectoras, porque aunque Dandy (el cocker) fue comprado, con Nilo ya estábamos concienciados de la adopción, y encontré algunas protectoras.
Entonces me eché novio, y hablando con él, me dijo que él quería tener perro, y que incluso no le importaba adoptarlo adulto, y yo leía y leía cada vez mas sobre perros ancianos (fué mi primera opción), perros abandonados, y vi en medio de toda la marabunta a Tito.
Tito era un podenco albino, muy especial, con un miedo muy profundo, tan profundo que casi era autista. Estaba en la Fundación Benjamin Mehnert en Sevilla.
No se dejaba tocar por nadie, no salía, no sabía andar con correa, había sido muy maltratado.
En la navidad de 2014, Ramón me dio la sorpresa de que había pedido el apadrinamiento de Tito, porque al ser un perro con tanto miedo, había que ir ganándoselo poco a poco. Nuestra historia comienza ahí: íbamos todos los sábados por la mañana durante un par de horas, a verlo, nos metíamos con él en un patio, intentando que confiara en nosotros.
Hubo momento en los que nos desesperábamos, y otros que era un gran triunfo cuando se dejaba tocar. En broma le llamábamos el perro medio-metro, porque siempre tenía su perímetro de seguridad.
Tras 4 meses de visitas todas las semanas, había con él en su chenil un perro negro, precioso, miedoso y con una cara que no se podía aguantar de lo bonito que era, y dijimos, bueno vamos a sacarlo también al patio, a ver si ayuda a Tito a socializar un poco mas.
Este era Hilario, un superviviente que no quería por nada del mundo que lo dejáramos allí. Fueron varios meses en los que conseguimos que atendieran a nuestra llamada, que se sentaran, básicamente que confiaran en nosotros.
Ya a final de agosto de 2015, cenando los dos, nos pusimos a pensar, que era curioso que íbamos por una galga negra, y nos habíamos enamorado de un podenco albino, y que un poco por no quedarnos con la espinita, y porque nos habíamos enamorado también, decicidiriamos quedarnos con Hilario. Ha sido la mejor decisión que hemos tomado, son unos hermanitos perfectos.
Hilario, es un mestizo de galgo, que proviene de un síndrome de noé, tiene miedo a todo el mundo, pero rápidamente se le pasa en cuanto ve que solo quieres tocarle y es muy cariñoso y muy bueno (ambos lo son).Hilario además tiene leishmania, por esta razón ha sido rechazado para su adopción alguna que otra vez, cosa que no entiendo,porque con su pastillita al día (2€/mes) se la tenemos controlada, y hace vida como cualquier otro perro, no es contagiosa, y a nosotros ahora que no nos separen de él.
En parte para ayudarme a ver la evolución, y para tener recuerdos de todos sus momentos, les hice un instagram (Tito e Hilario). Ahí se puede ir viendo la evolución de los dos, las primeras fotos es cuando íbamos a visitarlos a la fundación hasta hoy que ya viven con nosotros y con su hermana gatuna Chlöe, (que ya venía en el pack con Ramón).
La verdad es que no podemos ser mas felices con ellos, y en nuestra familia todo es una celebración, desde el momento en el que levanta el rabo, hasta el momento en el que deciden que pueden acercarse a alguien, porque entendemos que están aprendiendo a ser perros ahora con 6 y 4 años."
Ya sabéis, seguid las aventuras detoda la familia en instagram y tambiénen Facebook.PD Si has adoptado a un can, comparte su historia y así podrá asomar trufilla en nuestra web y redes sociales :-)
¿Cómo? Es muy fácil: Si aún no te has registrado en SrPerro, es el momento. Y si ya estás registrado, no tienes más que iniciar sesión y completar el perfil de tu can.
En ambos casos, una vez iniciada sesión, en tu perfil privado verás un botón, a la derecha, que pone "Nuevo Amigo Perruno". Al apretar ahí ya verás que puedes completar el perfil de tu can: con fotos, contándonos su historia, lo que más le gusta hacer, sus trastadas favoritas... Y ya está. Nosotros iremos mirando los perfiles actualizados y seleccionaremos uno cada semana.
