Es realmente útil tener algunos conocimientos de primeros auxiliospara saber cómo actuar correctamente si nuestro can sufre algún percance serio. No es mala idea, de hecho, pedir consejo a tu veterinario, que te explique cómo poner una venda, qué hacer en caso de que tu perro se haga un corte en la pata, etc. Obviamente ante cualquier accidente grave lo mejor es acudir cuanto antes a tu veterinario pero aquí podéis encontrar algunos consejos básicos que nos proporcionan los expertos de Advantix para que sepamos cómo atender a un can en un primer momento.
Si tu perro detecta que estás nervioso o asustado también se asustará. Si tiene sangre en varios lugares del cuerpo, intenta averiguar de dónde sale.
Tócalo por todo el cuerpo y busca las zonas húmedas y tibias en las que hay sangre.
Una vez localizada la zona de sangrado, realiza presión con una gasa (o un pañuelo limpio, lo que tengas a mano) sobre la herida durante unos minutos. Retira luego la presión e intenta observar la fuente del sangrado.
Una recomendación previa y básica: Los expertos recomiendan precaución si un can está herido; si siente dolor el perro más bueno y tranquilo del universo puede morder a su dueño. Por eso mismo la gran mayoría de manuales sobre primeros auxilios indican que lo primero que hay que hacer, en muchos casos, es colocarle algún tipo de bozal al can. Conseguir que esté tranquilo y que no trate de morder es clave.
Si puedes quitarlo fácilmente, hazlo. Si tu perro se queja o el objeto muestra resistencia, mejor déjalo dónde está y espera a que lo manipule el veterinario, ya que puedes causar lesiones más graves al forcejear.
Límpialo con agua y jabón, envuélvelo con un paño húmedo (si es posible con suero fisiológico) y dirígete al veterinario para que le suture la herida cuanto antes. Si tardas más de algunas horas puede que la herida ya no pueda suturarse.
Recorta el pelo de alrededor de la herida. Limpia la zona con abundante agua y después con una solución desinfectante (iodo, clorhexidina o agua de tomillo). Cuando la herida esté limpia y desinfectada, aplica una pomada cicatrizante. Realiza estas curas dos veces al día todos los días. Controla el aspecto de la herida: comprueba que esté limpia, rosada, sin inflamación y libre de secreciones.
De lo contrario, dirígete a su veterinario, pues puede haberse infectado. Evita que tu perro se lama la zona (a veces hay que recurrir a vendajes o collares isabelinos).
Si tu perro ha sufrido un golpe puede que le salga un “chichón”. Puedes intentar reducirlo aplicando un poco de hielo(también las bolsas de guisantes congelados pueden sacarnos del apuro si no tenemos hielo a mano, aunque no es la solución ideal).
Procura que el hielo u objeto helado no toque directamente la piel del animal, protegiéndola con una toalla o algo similar. Si muestra dolor cuando lo tocas, puede que algo haya quedado clavado o, incluso, que se haya producido una pequeña fractura en el hueso, algo que deberá comprobar su veterinario.
Y para terminar, consejos sobre cómo poner bien una venda a un perro, por si alguien necesita un tutorial práctico.