Hace solo 20 horas, Beatriz, una de las humanas de Gretel, compartía este mensaje lleno de angustia tras 5 desesperados días y noches sin poder rescatar a su perra, atrapada en las vías de tren entre Méndez Álvaro y Atocha:
"Gretel necesitamos que vuelvas a casa sana y salva!!!!!Es horrible lo que estamos pasando y ella la primera. No puedo poner denuncia porque me dicen que no es un delito, que me mueva por abogados o abogadas animalistas. Podría tenerla porque estaba localizada en el interior de las vías, pero no se actuó correctamente, ahora son cinco días sin tí. No la buscan sino hay avistamientos. Y está muerta de miedo en shock. Verdadera impotencia.Alguien sabe de temas legales animalistas para que se la busque como SER SINTIENTE que es."
5 eternos días en los que rescatistas y personas voluntarias coordinadas con la familia de Gretel han tratado de localizarla y sacarla del peligroso lugar en el que se encontraba.
5 días en los que, pese a la evidente falta de empatía de Adif, también los maquinistas de los trenes que transitan por la zona han intentado ayudar, yendo más lento, avisando si la veían e incluso tratando de cogerla sin éxito:
"Buenos días. Soy maquinista, he pasado la foto x varios grupos de compañeros y esta mañana he pasado varias veces entre atocha-villaverde y atocha- Entrevías, y nada. He ido despacio, con mil ojos, pero por esa zona no hay ni rastro. Seguiré pendiente 
"
En paralelo, cientos de personas han corrido la voz en redes para, como mínimo, presionar a Adif y que permitieran acceder a las vías a la familia de Gretel dado que cada vez que alguien ha intentado atraparla la perra salía huyendo:
Cinco días infernales pero ahora Gretel, esa perra "salvaje y rebelde" que "adora el agua, el barro y jugar con las hojas" ya está, por fin, en casa. Con su familia.
Con estas fotos borrosas y una frase llena de gratitud lo ha anunciado Beatriz en sus redes:
"Aparecida!!!! No tengo palabras para agradecer todo el apoyo de gente voluntaria para salvar a Gretel atrapada en las vías."
Esta historia, por fortuna con final feliz, sigue dejando clara la importancia de que existan protocolos reales y efectivos para que no se dependa de la buena voluntad de algunas personas cuando suceden situaciones imprevistas en las vías del tren o del metro, algo que claramente ahora mismo no sucede.
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