Los perros también se ven afectados por los cambios drásticos de temperatura y sufren el frío, pero no lo hacen todos de la misma manera y tampoco igual que las personas.
No hay una regla exacta para saber cuándo hace demasiado frío para nuestro can pero sí hay una herramienta que suelen usar de guía veterinarios de todo el mundo: la Escala Tufts Animal Care and Condition, la misma que se resume en el gráfico preparado por la Dirección General de Derechos de los Animales que podéis ver a continuación.
La guía tiene en cuenta el tamaño de los canes pero también su raza y muchas otras cuestiones adicionales porque siempre hay que tener presente que se debe tener especial precaución con cachorros y los perros de avanzada edad, así como los que tienen enfermedades preexistentes o un sistema inmunitario débil.
Y, lógicamente, también afecta el pelaje: los perros más pequeños con una sola capa de pelo están menos equipados físicamente para soportar el frío mientras que otros canes con pelajes más gruesos, como el Husky o el San Barnardo están más protegidos.
Además es importante ser conscientes que hay factores que pueden agravar el frío que sienten nuestros canes, igual que nos sucede a las personas: la humedad, el viento, si están mojados porque ha llovido o se han metido en algún lago, si están debidamente protegidos o no,
¿Cómo afecta el frío a diferentes razas de perro o canes de diferentes tamaños?
La mayoría de perros aguanta bien hasta los 7 grados aunque hay razas más grandes o medianas que pueden aguantar hasta los 4 grados, una temperatura, que ya empieza a resultar peligrosa para muchos otros canes.
- Perros pequeños o mini, como Chihuahuas, Bichones o Carlinos y otros perros braquicéfalos como Bulldogs o los Boston Terrier presentan menor tolerancia a las temperaturas gélidas por su tamaño y corto pelaje.
Es a partir de los 12 grados cuando empiezan a acusar la bajada de temperaturas y padecer los riesgos asociados al frío. Por eso, si la temperatura baja de 0 grados hay que reducir los paseos al máximo, 10 o 15 minutos a lo sumo.
- Las razas de perro más grandes, sufren las consecuencias del frío a partir de los 10 u 8 grados centígrados y será desde los 4 grados cuando el riesgo de salud empiece a aparecer.
En estos casos, a partir de cero grados los paseos no deberían ser de más de media hora o una hora. Lógicamente, perretes de razas árticas, si ya están acostumbrados, no tendrían esta restricción.
- Perros de pelo largo, ya sean grandes o pequeños, por lo general presentan mejor resistencia al frío, ya que la presencia del pelo les ayuda a protegerse del frío. Por eso, en este tipo de perros la temperatura que toleran suele ser en torno a los 2 o 3 grados menos de cada categoría.
Dado que los paseos a la calle son básicos para el bienestar de los canes, si tu perro es de los que puede sufrir las consecuencias del frío una alternativa es algún tipo de jersey o abrigo que pueda ayudarle a mantener su calor corporal, aunque no a todos les gusta llevar prendas así.
¿Cómo saber si mi perro tiene frío?
Estas son las claves que ofrece el Colegio de Veterinarios de Granada. En esencia, los síntomas son los mismos prácticamente que en las personas:
Escalofríos o temblores. Los perros reaccionan al frío como nosotros. Los escalofríos y temblores son formas en que el cuerpo reacciona para tratar de mantenerse caliente.
Oídos o cuerpo fríos. Sentir las orejas de tu perro es una buena manera de saber su temperatura. Si las orejas están frías, particularmente en los bordes. También puedes tocar su cuerpo. Si está frío en lugar de caliente, es probable que tu perro tenga demasiado frío.
Acurrucarse. ¿Tu perro está hecho una bola o está encorvado con la cola metida entre las patas y temblando? Es probable que lo haga en un intento de calentarse con el calor del cuerpo.
Lloriqueos. Si tu perro se siente incómodo, puede tratar de hacértelo saber quejándose, lloriqueando o ladrando.
El frío también puede afectar a sus almohadillas, conviene cuidarlas con cremas o pomadas para que no se agrieten. Estos consejos adicionales del Colegio de Veterinarios de Sevilla también os pueden ser muy útiles.
El objetivo es garantizar el bienestar de los canes y, sobre todo, evitar que puedan llegar a sufrir hipotermia, que es lo contrario al golpe de calor, por entendernos: la hipotermia es el descenso involuntario de la temperatura corporal.
En el caso de los perros sucede cuando un can pierde calor con demasiada rapidez, bajando del rango considerado normal hasta los 37-36ºC y su cuerpo no puede gestionarlo. Los síntomas incluyen temblores, letargo, rigidiez muscular, extremidades frías, encías pálidas, dificultad para caminar...
Estos síntomas son peligrosos, si crees que tu perro puede sufrir hipotermia hay que ir de inmediato al veterinario tras tratar de, gradualmente, elevar su temperatura corporal con mantas, etc.
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