Hay incontables estudios científicos que han confirmado lo que las personas perrunas ya saben, que los canes sienten empatía. En plan básico, hayestudios que lo han comprobado a través de los bostezos, los perros saben reconocer un bostezo falso y se contagian mucho más cuando es su dueño el que bosteza. Son incluso capaces de pasar a la acción para intentar ayudar o consolar a su dueño. Pero lo que ha hecho Billy, el protagonista de esta simpática historia, lleva la empatía a otro nivel :-)
Este can se ha hecho famoso en todo el mundo y hasta ha adquirido un mote, Billy the Limping Lurcher, (Billy, el Lurcher cojo).Y es que resulta que el pasado verano, Russell Jones se partió el tobillo e iba con muletas, cojeando. Entonces, de pronto, su perro Billy, que tiene ocho años, también empezó a cojear.
Jones, preocupado, lo llevó al veterinario donde le hicieron todo tipo de pruebas y nada, no encontraron que el can tuviera ningún problema físico. Lo único que tenía era... ¡empatía con su humano!
Cuando Russell no estaba en casa... Billy corría como el Lurcher que es, a toda velocidad y sin ningún tipo de cojera, como veréis en el segundo vídeo :-)
Como bromea Russell, le costó 300£ de la visita al vete y las pruebas pero a cambio sabe que nadie en el mundo mundial le querrá tanto como su perro, capaz de hasta mimetizarse con su cojera.
Y gracias a ese momentazo, hablan de Russell y de Billy en todos los medios. ¡Normal!
Mucha gente, en grupo dedicado a los Lurchers, se mostró preocupada por la cojera de Billy, sugiriendo que podría tener todo tipo de problemas... hasta que Russell compartió los vídeos de Billy corriendo como un locuelo feliz y sin ningún tipo de cojera.
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