Los humanos exigen que los perros se comporten educadamente todo el tiempo y ellos mismos parece que no sean conscientes de su propia mala educación al interactuar con los perros ajenos... Hemos compartido varios consejos para los que, al menos, tienen interés por saber cuál es la forma segura y razonable de interactuar con perros ajenos. Pero, por si acaso, aquí encontráis otros consejos diferentes, pensados para que los dueños de canes puedan proteger a su perro de humanos excesivamente efusivos.
Hay personas incapaces de entender que no todos los perros quieren ser acariciados por desconocidos. Hay gente que no comprende que un perro no quiera saludar a todo perro con el que se cruza. Lo hacen con la mejor intención, seguramente, pero sus acciones pueden tener consecuencias negativas para tu can, por eso es bueno conocer extrategias eficaces para mantenerlos mínimanente a raya.
Si tienes un cachorro miedoso o un can con cualquier problema de socialización lo habrás sufrido: digas lo que digas hay quien te ignora y se abalanza con la mano extendida para acariciar a tu can con alguna frase tipo "no pasa nada, a mí me quieren todos los perros", "ellos saben distinguir y entienden que adoro a los perros".
Igualmente, hay gente que se acerca con su perro y te insisten en que no pasará nada porque "su can es buenísimo".
Y, claro, si pasa algo... el mal rato te lo llevas tú y también te culparán ante cualquier otra consecuencia más grave. Y tu perro también lo sufre, evidentemente.
Hay un código de colores que se ha intentado establecer como si fuera un semáforo perruno: si un can lleva un lazo amarillo en la correa significa que no debes acercarte con otro perro, si lleva un lazo rojo, aún menos. Solo si lleva un lazo verde sería un can feliz de saludar a cualquiera de sus congéneres. El problema evidente, claro, es que las personas que eligen ignorarte cuando les adviertes que es mejor que no se acerquen tampoco respetarán un código de colores...
Por eso mismo os pueden resultar útiles estos consejos prácticos, pensados para proteger a perros que necesitan algo más de espacio de humanos excesivamente efusivos, vayan con o sin perro.
Puedes tratar de seguir adelante, esquivándolos. Puedes pedir, educadamente, que por favor no acaricien a tu can, puedes...
Tal y como muestran en el vídeo, lo mejor es llamar a tu can para que se gire hacia ti en vez de estar mirando a la persona desconocida y en ese momento podrás volver a explicar que no es bueno que se acerquen.
Si todo falla, si la explicación real de que tu perro es miedoso o de que estáis en clase y entrenando no es escuchada, siempre puedes optar por una mentira muy eficaz: di que tu perro tiene una enfermedad contagiosa.
Es un problema frecuente en todas las ciudades del mundo. Desde Battersea, la protectora británica, también han elaborado un vídeo con consejos para estos casos:
Os recordamos, a través de esta fabulosa ilustración de Lili Chin, cómo no se debe y cómo sí se puede saludar a un perro.