Banjo ha tenido suerte: este perro fue rescatado y poco después además encontró una familia de verdad. Pero su historia podría haber terminado como la de demasiados canes a los que alguien abandona sin más en medio de un camino... de ahí la frustración y el enfado de la responsable e la protectora que logró cambiar la suerte de Banjo. Ella compartió en sus redes sociales una carta dirigida al inhumano que se había deshecho de su perro como si fuera basura.
"Estimado El Insensible Pedazo de Mierda dueño de este perro:
Hoy nos topamos con un par de correos electrónicos de gente que había visto que tu perro había sido abandonado en 15th Ave. y Excelsior. Miramos la fecha, tu perro llevaba allí desde el sábado por la mañana al menos. Eran las 3:00 pm cuando finalmente vimos los mensajes porque hemos estado muy ocupadas. Decidimos acercarnos en coche a ver si podíamos ayudar. Efectivamente allí estaba.
Él te esperaba.
No se había movido del sitio donde le hiciste quedarse. Estaba siendo un buen perro. Permaneció cerca del lugar donde vio a su persona favorita en el mundo. Él pensó que volverías. Miraba a cada coche que pasaba por esa carretera esperando que fueras tú. Tu perro ha estado helado, hambriento y asustado durante días porque tú eres una pedazo de mierda sin corazón.
Él te esperaba.
Estaba tan hambriento que estaba comiendo palos. Un par de buenas personas habían parado a dejarle comida pero él seguía aturdido y hambriendo. Incluso teniendo comida cerca él sabía que tenía que esperar a que volvieras.
Él te esperaba.
No es un mal perro. Es un buen perro. Tu fuiste un mal amigo. Abandonaste a alguien que daría su vida por ti. Alguien a quien no le importaba cuánto tiempo pasabas fuera trabajando. Alguien que se mostraba igual de feliz de verte si habías salido a buscar el correo o si te habías ido varios días. Alguien que lamería las lágrimas de tu mejillas y las sobras de comida de tu plato cuando tú hubieras terminado de comer.
Él ya no te esperará más.
Después de que lo vieron acurrucado como una pelota en el camino donde lo abandonaste, nosotros fuimos a por él. Volvimos con una compañera de otra prorectora, Yvonne del santuario de Raven Rescue BullyBreed. Estaba oscureciendo y podíamos escuchar a los coyotes a lo lejos. Nos sentamos allí durante horas. Hablamos con él. Nos sentamos a cantarle. Le dimos de comer y le pusimos una manta.
Tu perro comió de nuestra mano después de estar horas tirándole comida. Tu perro finalmente se acercó a nosotras mientras nos tumbamos sobre el frío suelo diciéndole "todo va a ir bien, esta es la última vez que alguien te hará daño". Tu perro por fin me dejó acariciar su cabeza. Luego rascarle detrás de las orejas. Y por fin no salió corriendo cuando me levanté y me senté a su lado. Por fin se tumbó y me dejó rascarle la barriga. Él me dejó ponerle una correa y no intentó huir.
No entró en pánico hasta que fue hora de irnos. Él quería esperarte. Se negó a caminar hacia la camioneta. Llevé en brazos a tu enorme perro hasta nuestra camioneta; a tu gran, leal y asustado perro. Me llevé a tu perro lejos del último lugar donde te vio. Aulló todo el viaje hasta nuestra protectora. Aulló el aullido más doloroso que jamás haya escuchado. Era el sonido de su corazón rompiéndose. Intentó desesperadamente volver al punto donde lo habías dejado. Miraba frenéticamente por cada ventana y luego miró por la ventana trasera mientras nos alejábamos. Sus aullidos duraron hasta que se vino hasta el asiento del conductor y me aulló a mí. Cuando extendí la mano para acariciar su cabeza me miró todo confuso y apoyó su cabeza en mi regazo y gimoteó mientras llegábamos a la protectora.
No te mereces a este increíble cachorro. No mereces ningún perro.
Mi perro te olvidará. Encontrará una buena familia que le dará todo el amor que se merece. Y sabrá lo que es tener un verdadero hogar.
No me importa quien seas o la razón por la que abandonaste a mi perro. Será una excusa de mierda de todas formas. Eres una basura. Rezo porque tu año esté lleno de karma y mala salud.
Sinceramente,
Brooke"
Aquí podéis ver el momento que describe en su carta, el rescate de este can, asustado, temeroso... Menos mal que Banjo, como le llamaron, efectivamente pudo encontrar esa buena familia que se merecía. Y los responsables de la protectora que pudo rescatarlo esperan que su historia llegue lejos para que mucha más gente sea consciente de la barbaridad que es abandonar a un perro.