Virginia Gallego, de Vet Trainer Canarias, ha compartido con nosotros estas reflexiones sobre la responsabilidad que conlleva el compartir nuestra vida con un can. Unos consejos que debieran ser de lectura obligada para todo humano perruno o aspirante a ello.
Cuando tomamos la decisión de convivir con un perro debemos tener unas cuantas cosas en cuenta.
Supongo que lo primero que se nos viene a la cabeza es el cuidado físico: darle de comer y beber, mantenerle limpio y libre de parásitos internos y externos, ponerle las vacunas recomendadas por nuestro veterinario, cuidarle cuando está enfermo, etc Pero igual de importante debería ser preocuparnos de su bienestar “psiquico”, CUIDARLE EMOCIONALMENTE.
¿Y esto como lo hago?
El perro tiene unas necesidades físicas, mentales, emocionales y sociales que debemos atender ya que hemos decidido convivir con él, es nuestra responsabilidad.
Nuestra vida actual parece casi incompatible con la vida de los perros, sobre todo para aquellos que viven en ciudades, pero creo que poniendo un poquito de nuestra parte podemos mejorar su calidad de vida y de paso, la nuestra.
Lo primero que tendremos que hacer es identificar cuales son las necesidades de los perros.
Como educadora canina me veo diariamente en la necesidad de explicar que muchos de los que consideramos problemas de comportamiento, son en realidad conductas perfectamente “naturales” y normales de los perros; el problema está en adaptar esas conductas a la convivencia entre personas.
-Los perros son animales sociales, disfrutan de nuestra compañía y la de otros perros. Si pasan el día entero solos en casa y no se les permite jugar con otros perros ni interactuar con nosotros SUFREN. Su manera de liberarse de ese “sufrimiento” es hacer lo que saben hacer, ser perros, harán agüjeros en el jardín, mordisquearan el sofá, destriparán los juguetes de nuestro hijo, etc..
-Los perros tienen instintos cazadores (cada uno a diferentes niveles) que necesitamos satisfacer, Esto no significa que tengamos que llevarles a cazar conejos, ni mucho menos, pero podemos a través de juegos de estimulación olfativa, juegos de predación, juegos en los que puedan mordisquear y “diseccionar el juguete”, etc, intentar satisfacer esos instintos y enfocarlos en actividades que no resulten peligrosas o dañinas para nuestra convivencia en familia. Si no somos conscientes de esto y no satisfacemos esta necesidad, es más que probable que se derive en un problema de comportamiento.
Los animales, nosotros incluidos, pasamos la mayor parte de nuestro tiempo buscando satisfacer nuestra necesidades vitales y entre ellas, la principal, es la de comer (en nosotros es la de conseguir dinero para comprar comida).Si le damos la comida a nuestro perro en su plato, le estamos privando de satisfacer una de sus necesidades vitales, la caza para proveerse de alimento.
Los educadores caninos debemos enseñar a las familias con las que trabajamos diferentes actividades para que los perros obtengan toda la estimulación mental necesaria, desciendan los niveles de estrés y evitar problemas de comportamiento que puedan acabar con la convivencia.
No es suficiente con enseñarles una “educación básica”. No podemos quedarnos en enseñarles a sentarse, tumbarse, caminar a nuestro lado, quedarse quieto cuando lo pedimos y acudir a la llamada. Hace años, los adiestradores tradicionales, era todo lo que enseñaban, daba igual el problema por el que fueran requeridos sus servicios, primero se les cobraba a los clientes una “educación básica” dejando sin cubrir el resto de las necesidades y por lo tanto sin resolver los problemas existentes.
Como educadora canina tengo que analizar el estado de la convivencia, saber si las necesidades del perro están siendo atendidas, evaluar los niveles de estrés y establecer un plan de trabajo para solventar las carencias advertidas. Mi trabajo es mejorar la convivencia de los perros en sus familias y evitar por todos los medios que el perro pueda acabar en la perrera.
No hay herramientas secretas, os propongo una serie de estrategias que pueden ayudar en este proceso.
-Podemos empezar por enseñarle una cuantas “palabras y frases” para abrir una vía de comunicación entre nosotros.Que queremos decir los humanos cuando decimos sentado, tumbado, abajo, deja, estate quieto, despacio, espera aquí, vete a tu sitio, vamos a la calle, ahora no quiero jugar contigo…nos ayudará a entendernos y evitará conflictos.
-Les enseñaremos a “estar solos”,les ayudaremos a entender que aunque estén solos un rato nosotros vendremos y mientras tanto pueden entretenerse con algún juguete interactivo. Tenemos que buscar la manera de que permanezcan entretenidos mientras están solos. Procuraremos pasar tiempo con ellos cuando estemos en casa, es un miembro más de la familia.
-Les daremos la comida en juguetes para rellenar tipo kong o en puzzles para perros, o la esconderemos en recipientes en escondites por la casa ( la “caza está servida”), seremos creativos y variaremos los juguetes y los escondites. El enriquecimiento ambiental es también utilizado para los animales cautivos en los zoos para intentar mejorar su calidad de vida. En este punto, la imaginación de cada uno es el límite.
-TODOS los días les llevaremos de paseo en el que podrán satisfacer su necesidad de ejercicio, podrán jugar libres con otros perros, podrán olisquear y “jugar a cazar”. Los paseos son para los perros casi la parte más importante del día. En otros artículos hemos hablado de cómo tener un “paseo saludable”.
-Estableceremos unas normas claras de convivencia, dejando claro desde el principio las cosas que están permitidas y las cosas prohibidas y se las enseñaremos con paciencia y cariño.
-Estableceremos unas rutinas y horarios de paseo, comida y descanso que les ayude a estar relajados, los perros aprecian la tranquilidad que proporcionan estos “ritmos predecibles”.
-Jugaremos con nuestro perro.Si jugamos todos los días con nuestro perro a juegos que le ayuden a satisfacer sus instintos podemos evitar muchos problemas de comportamiento.
- Podemos enseñarles trucos con clicker o practicar algún deporte canino pero siempre siendo racionales y asegurándonos de que nuestro perro disfruta de estas actividades tanto como nosotros, debemos vigilar sus niveles de estrés y proporcionarles un descanso adecuado.
-Proporcionarle a diario la oportunidad de jugar con miembros de su especie, de manera libre, sin correas, en entornos controlados, recordemos que los perros son animales sociales.
- Ir al campo. Los paseos por la naturaleza son ocasiones incomparables para satisfacer sus necesidades vitales y naturales como perros…además a nosotros también nos vendrá genial respirar algo de aire fresco.
-Si tu perro es de los que disfruta con el contacto físico puedes ofrecerle una buena sesión de masaje…los beneficios físicos y mentales del masaje son de todos conocidos.
-Para algunas razas de perros, por ejemplo, los terrier, el instinto de cazar animales que están bajo tierra podemos intentar buscarles un lugar adecuado para escarbar y buscar su presa: en un lugar escogido del jardín (o del parque donde le llevamos de paseo) le enterraremos “tesoros” huesos, juguetes rellenos de comida…de esta manera aprenderá a escarbar únicamente en esa parte del jardín evitando los destrozos en el resto.
-Respetar sus horarios de descanso y proporcionales un lugar adecuado para hacerlo. Parece lógico ¿verdad?, pues por increíble que parezca si lo pensamos un poco, no siempre lo cumplimos.
-Conocer sus miedos y fobias y ayudarles a superarlas mediante método de habituación progresiva y NUNCA mediante sobreexposición.
Analiza las tendencias de comportamiento de tu perro y ajusta el programa de estimulación mental y física a sus necesidades, cada perro es diferente, cada familia es diferente, utiliza tu creatividad para mejorar la vida de tu perro.
Observa a tu perro, cuando juega, cuando está solo, cuando interactúa contigo y con los de su especie, dale la oportunidad de expresar libremente sus instintos y necesidades, aprende y observa el lenguaje canino, aprende a entenderle y aplica lo aprendido para ayudarle a adaptarse a la vida contigo.
Los educadores caninos deberíamos preocuparnos por entender el comportamiento natural del perro y cuales son sus necesidades y buscar la mejor manera de encauzarlos y adaptarlos a su vida en el entorno humano, en nuestras familias, en vez de empeñarnos en suprimirlos.
Virginia Gallego. Educadora canina de Vet Trainer Canarias.