Una organización criminal que ha llegado a ingresar más de tres millones de euros en efectivo y que ha movido más de 35 millones de euros en transacciones con criptomonedas ha caído tras una operación conjunta de la Guardia Civil, Interpol y la Policía Nacional de Colombia.
Sí, otra red internacional que se lucraba -y mucho, evidentemente- porque sigue habiendo demasiadas personas que eligen comprar perros y hacerlo por internet. Cuando no se trata de venta de cachorros que proceden del maltrato animal, se trata de estafas porque se venden perros inexistentes...
Quizá estas noticias sirvan también para concienciar y alertar, para que se entienda que comprar perros como si fueran objetos es, además de absolutamente irresponsable, perjudicial y peligroso.
La operación Canmoney, como se ha denominado, se inició tras una denuncia por estafa, la de una persona que pagó por la compra de un cachorro que nunca llegó a recibir. El dinero obtenido de las estafas era ingresado en cuentas bancarias y, posteriormente, convertido en criptomonedas para ser transferido a cuentas de la organización.
Al parecer esta organización ofrecía perros, cachorros, por unos 500 euros a través de diversos portales de compraventa online. Una recibir el primer pago, los presuntos vendedores exigían un segundo pago y si la víctima se negaba, era amenazada de muerte mediante mensajes o llamadas telefónicas. Las amenazas incluían imágenes intimidatorias de armas de fuego, para asegurar que la víctima realizara el pago del transporte.
28 personas han sido detenidas y otras 30 investigadas en diferentes puntos de España y Colombia, por 681 delitos, aunque las investigaciones continúan abiertas: solo en España hay 250 víctimas, personas que compraron perros que no existían, a las que han estafado más de 150.000 euros.
Diferentes personas ubicadas en España y Colombia se encargaban de la apertura de cuentas bancarias donde sería depositado el dinero procedente de las estafas. En un segundo escalón, los miembros se encargaban de recepcionar el dinero, convertirlo en criptomonedas y depositarlo en direcciones de criptomonedas descentralizadas. Éstas eran operadas a su vez por miembros de la organización ubicados en Colombia y Camerún; siendo estos últimos los principales líderes.
La organización ha logrado un volumen de más de 35 millones de euros en transacciones con criptomonedas, y ha llegado a ingresar más de tres millones de euros en efectivo a lo largo del territorio español.
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