Sí, cuando hay ayuntamientos concienciados y modernos, cuando hay políticos que sí escuchan a todos los ciudadanos, es posible cambiar "lo que se ha hecho siempre" y plantear alternativas novedosas e interesantes.
En vez de fuegos artificiales, espectáculos de drones para iluminar la noche con un evento visualmente sorprendente que no tiene efectos negativos para personas o animales.
No se trata de prohibir -el uso de la pirotecnia ya está regulado, aunque en multitud de localidades -como por ejemplo en Madrid- sea desesperante comprobar la laxitud con la que aplican la normativa. Sí se trata de concienciar y educar, demostrando que hay muchas formas de celebrar sin que nuestro júbilo dañe a los demás.
El 5 de junio terminó la feria de Puerto Real, en Cádiz, y por primera vez el fin de fiesta no fue un espectáculo pirotécnico que tanto asusta a algunas personas y a multitud de animales.
Este ayuntamiento apostó por un gran espectáculo de luces, con drones:
Una iniciativa que no solo es positiva para los animales, también para personas mayores, enfermos y niños con autismo.
Mientras tanto en Madrid, el mismo día, en Aluche también terminaba la fiesta del barrio... De madrugada, el estruendo fue mayúsculo y se escuchó no solo en ese barrio sino en los colindantes, despertando a personas y asustando a los perros.
Cuando son los propios ayuntamientos los que eligen enviar un mensaje de responsabilidad y civismo -como ha hecho el consistorio de Puerto Real- es doblemente importante.
Muchas personas descubren gracias a esos espectáculos de drones que hay una alternativa a la pirotecnia, que es posible celebrar fiestas en las que todos disfruten y nadie sufra.
Los espectáculos con drones han sido la alternativa elegida por Brunete, San Agustín de Guadalix, Córdoba y muchos otros consistorios. Ojalá que sea contagioso.
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