Este vídeo es ya casi vintage, no hay más que ver la calidad y tono de las imágenes. Pero es tan, tan bueno...
Si no lo habéis visto antes, seguro que esta pareja os deja con una sonrisa en la cara. Los protas se llaman James -el churumbel- y Hoss, el can.
Esa paciencia de Job que desarrollan los perros ante cualquier posibilidad, por pequeña que sea, de zampar algo rico... imbatible.
Recordad que la mejor manera de lograr que no haya ningún problema entre niños y perros es... la supervisión.
Aunque suene chocante, el consejo más básico es proteger al perro del niño. Un adulto debe evitar que el niño moleste al perro, que le agobie y le asuste. Así se consigue, con naturalidad, que el can entienda que al niño hay que respetarlo. De esa manera no tendrá ningún miedo, ni asociación negativa y no surgirán problemas.
Podéis leer los consejos de Santi Vidal al respecto aquí.
Otro ejemplo, aquí :-) Un bello can tambien apunta maneras y un bebé que, en fin, no es tan feliz al quedarse sin su chuche.