Alquilar un piso es, sin ninguna duda, un problema grave para muchas familias que conviven con perros, más aún si se trata de varios canes o si es un perro grande.
Por mucho que ahora los perros sean seres sintientes para la ley, por mucho que cuando se modificó en este sentido el Código Civil multitud de medios publicaran la noticia (falsa) de que ya no te podían prohibir acceder a un piso de alquiler con tu perro, la realidad sigue siendo la misma: es el dueño del piso quien fija, en el contrato, esta cuestión. Y la gran mayoría, lo prohiben.
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) no menciona explícitamente a los perro pero sí permite al propietario de un piso elegir prohibir el alquiler con perro: "los arrendamientos de vivienda se regirán por los pactos, cláusulas y condiciones determinados por la voluntad de los implicados".
Según datos de Fotocasa, el alquiler en nuestro país supone el 23% del mercado inmobiliario y el número de viviendas en este régimen no ha parado de crecer desde la crisis económica de 2008.
Cada vez son más los españoles que acuden al alquiler por motivos diversos: económicos, laborales, de flexibilidad, etc.
El portal inmobiliario ofrece datos bastante preocupantes para las familias con perro o gato:a principios de 2022 solo el 4% de los pisos en alquiler permiten expresamente el acceso a familias con animales, porcentaje que ha bajado respecto al 2021, donde la cifra se encontraba en un 5%.
Hay que tener en cuenta que en 2016, esa cifra era aún inferior, el 3% según datos de otro portal inmobiliario. Y en ese momento, desde Idealista incluso advertían a los propietarios que trataban de vender su casa que si en alguna foto aparecía un perro, ¡podría generar rechazo!
Fundación Affinity se ha aliado con Fotocasa para dar visibilidad a este grave problema cuyo origen puede estar, explican, en la falsa creencia de que los animales de compañía generan desperfectos o molestias. Según datos, por ejemplo, del Ayuntamiento de Barcelona: la media de denuncias recibidas al mes por molestias ocasionadas por perros en domicilios privados, como ladridos o problemas derivados de una mala higiene del animal, son muy inferiores a otros motivos, como el ruido causado por grupos de ciudadanos o por la contaminación del aire.
¿Qué podemos hacer para intentar aumentar el número de pisos donde acepten alquilar a personas con perro? Lo ideal sería que, al contrario de lo que sucede ahora, los contratos de alquiler permitieran de partida el acceso con perros o gatos.
Desde Fotocasa recuerdan que hay seguros o cláusulas concretas que se pueden incluir en ese contrato para aportar seguidad y garantías a los propietarios en caso de que se produzcan desperfectos.
Hay quien recomienda incluso crear un "Curriculum Canino" para tu perro, un documento que incluya fotos y referencias sobre el carácter de un can e incluso un informe de tu veterinario... es una manera de que los caseros sepan que tu can es un miembro más de la familia, que está perfectamente cuidado y que no causará ningún problema.
Podéis encontrar más consejos prácticos al respecto aquí:
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