Un nuevo estudio ha analizado el vínculo entre personas y perros combinando tres sofisticados métodos para poder determinar lo que hace el cerebro canino cuando ve a su humano. ¿Cómo reacciona? ¿Qué regiones de su cerebro se activan? Independientemente de la emoción que muestre la cara de su humano, incluso si es enfado, en el perro se activan las regiones asociadas en las personas con el procesamiento de emociones y el apego.Es decir, las mismas que se activan cuando una persona ve a su figura de apego (padres, pareja, etc.)
Desde hace años, en el Clever Dog Lab de la Universidad de Medicina Veterinaria de Vienna estudian todo lo relativo a la inteligencia canina, el comportamiento de los perros y también al vínculo entre personas y sus canes.
En este reportaje podéis ver varios de los experimentos que han desarrollado en el pasado así como la tecnología que utilizan para poder seguir y medir los movimientos de los ojos de un perro y así determinar el foco exacto de su mirada.
En uno de los últimos estudios del Clever Dog Lab han logrado captar los efectos del vínculo entre una persona y su perro.
Han participado 24 canes.
Ya se sabía que la relación es parecida a la que se establece entre una madre y su hijo pero los mecanismos subyacentes, explican los autores del estudio, siguen sin estar claros.
Por eso, ellos han utilizado un enfoque que aúna múltiples métodos: por un lado un lado la imagen por resonancia magnética funcional (fMRI), por otro el seguimiento ocular (como lo que nos mostraban en el anterior vídeo) y finalmente pruebas de preferencia de comportamiento.
Los perros han observado vídeos en los que aparecía su humano, una persona conocida y un extraño. Todos ellos mostraban expresiones faciales diferentes (felices o enfadadas).
Independientemente de la emoción, las regiones cerebrales que se activan cuando el perro está viendo a su persona son las asociadas con las emociones y el apego en los seres humanos.
Por el contrario, el extraño provocó la activación principalmente en las regiones del cerebro relacionadas con el procesamiento visual y motor. Y la reacción fue más tibia ante una persona conocida.
Tanto el seguimiento ocular como los datos de las pruebas de preferencia respaldaron coincidieron con los hallazgos del experimento de resonancia magnética funcional, como podréis leer con más detalle en el texto completo del estudio.
Son, insisten los responsables del estudio, resultados preliminares pero aún así interesantes puesto que indican la utilidad de emplear diferentes métodos simultáneamente para analizar el sistema de apego entre humanos y canes.
El hecho de que ver a su persona / guía active en el cerebro del perro -independientemente de la expresión facial de esa persona- las áreas asociadas con el sistema de apego en los seres humanos refleja claramente ese vínculo tan emocional y especial que existe.
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