A veces la mejor medicina, la que más beneficios puede aportarnos en ciertos momentos, no la pueden ofrecer los médicos... pero al menos sí pueden permitir que suceda. En un hopital de Ontario -Juravinski Hospital- los pacientes pueden recibir a unos visitantes realmente especiales para ellos, ¡a sus perros o gatos!
Los perros ya entran en muchos hospitales de todo el mundo pero son, normalmente, perros de terapia: canes debidamente entrenados para aportar cariño, compañía, paz y amor a los enfermos de todas las edades.
Pero, a diferencia de esos programas, en este hospital canadiense y gracias a la colaboración con Zachary's Paws For Healing -una fundación que justamente busca promover este tipo de iniciativas- los enfermos que lo soliciten pueden recibir la visita de sus propios canes (o de sus gatos).
¿No es fantástico?
Todo surgió para celebrar la memoria y la vida de Zachary: este joven, enfermo de cáncer, pudo contar con la compañía y el apoyo de uno de sus perros, algo que siempre le daba energía y ganas, algo que le aportaba unos beneficios difíciles de conseguir con la medicina tradicional.
Él murió pero su legado, gracias al tesón de su familia, es este: conseguir que otros enfermos puedan ser visitados por sus perros y sus gatos para así encontrarse mejor.