Rachel y su marido llevaban tiempo intentando tener hijos, sin éxito. Por el camino adoptaron a Apollo, un guapérrimo mestizo del que se enamoraron en una protectora. El perro se convirtió en el gran compañero de Rachel, que no pasaba por su mejor momento...
Entonces, un par de meses después, un día de pronto Apollo colocó su morro sobre la tripa de Rachel y se quedó así un buen rato. No lo había hecho antes, al menos no así, con esa insistencia. Por eso le llamó tanto la atención.
Tres semanas después, la ciencia confirmó lo que Apollo ya sabía: Rachel estaba embarazada.
Han pasado dos años y Apollo se ha convertido en el hermano mayor para Donovan... ¡Una gran familia con corazón perruno!
Hace tiempo compartimos los consejos útiles que Santi Vidal compartió con nosotros para saber cómo ir preparando la llegada de un bebé en un hogar con perros.
La clave está en trabajar con el perro durante los meses del embarazo. Hay que tener en cuenta los cambios que van a afectar a su vida (menos tiempo para paseos, espacios que de pronto puede que le estén vetados, etc.) e ir trabajando la independencia del can, para que sepa estar solo y tranquilo cuando sea necesario. Y, también importante, es muy útil enseñarle a que no salte, para evitar sustos o accidentes... Aquí podéis leer todos sus consejos al respecto.
PD: No, no hace ninguna falta traerle al perro un pañal manchado para presentarle al bebé, él ya lo ha olido antes.
