Media España se ha emocionado al ver el anuncio navideño de Suchard, un tierno recorrido por la historia de una familia de Navidad en Navidad desde el punto de vista de los abuelos.
El éxito en redes ha sido espectacular, sorprendiendo incluso a los creadores del spot, la agencia Ogilvy con producción de Hogarth y con los estudios de animación Passion Pictures (Reino Unido) y Megacomputer (Francia), según detallan en El País.
Las reacciones son viscerales, han logrado tocar la fibra sensible de miles de personas reflejando en versión animada sus propios recuerdos:
"Es uno de los anuncios más hermosos que he visto en toda mi vida ️ ¡Un 10 para Suchard! No puedo esperar a que la Navidad llegue"
"Que recuerdos tan bonitos de gente que ya no está !!!!! Me ha transportado a distintas fases de mi vida !!!! Se te escapa una lágrima...... simplemente BRUTAL !!!!!!!"
También los profesionales lo tienen claro, storytelling del bueno:
Todo apunta a que el anuncio de Suchard será el anuncio navideño del año en España. Así es como Suchard daba las gracias en redes...
Sentimos ser un poco Grinch desde SrPerro pero es que está visto que nadie les hizo llegar los consejos de los veterinarios británicos sobre la presencia de perros en anuncios ni a ellos ni a la marca.
Porque lo que es indudable es que la publicidad emite mensajes que calan a muchos niveles, no solo a la hora de comprar el producto que se quiere vender o celebrar. Y desde el punto de vista perruno este anuncio es problemático por dos razones.
Zippi, el perrete que también aparece en el anuncio de Suchard es un can querido, eso es lo positivo, es uno más en esta gran famiia que ha conectado emocionalmente con tantísimas familias reales.
¿Cuál es, entonces, el problema? Pues que de entre todas las razas del mundo mundial, incluyendo la más universal de todas que es la de los mestizos, han elegido que Zippi sea un Carlino.
Sí, es la raza de moda desde hace muchos años pero es también una raza -como otros canes braquicéfalos- sobre la que los veterinarios de todo el mundo alertan por sus considerables y crecientes problemas de salud.
En países como Australia o el Reino Unido se han lanzado campañas pidiendo a las marcas que eviten mostrar a perros de estas razas, pidiendo responsabilidad y dar prioridad a la salud de los perros por encima de su aspecto cute.
Mostrar a perros braquicéfalos constantemente retroalimenta una moda que solo logra empeorar el bienestar de los canes, criados para ser cada vez más chatos y con características que resultan atractivas porque se parecen a los bebés pero que a ellos les impide respirar con normalidad entre muchos otros problemas de salud.
Por eso mismo, también grandes protectoras en el Reino Unido, como Blue Cross, lanzaron campañas en este sentido, pidiendo a las marcas que eviten utilizar a Carlinos, Frenchies y otros animales de características extremas en sus anuncios.
Puede parecer una tontería, pero no lo es: los efectos de esta moda son graves y las marcas pueden evitar que sigan aumentando. Y de hecho en EEUU algunas grandes agencias de publicidad ya se han comprometido a dejar de mostrar estas razas en sus anuncios.
El segundo problema del anuncio es que Zippi es un perro que es regalado por Navidad, dentro de un paquetito como si fuera otro par de calcetines más, otro objeto reluciente más.
En el caso de este bonito anuncio, querido toda su vida, sí, pero si todos los años hay campañas para evitar que se regalen cachorros por Navidad es por algo, porque el destino de demasiados de esos canes es el abandono.
Si cada año se abandonan en torno a 300.000 animales, durante los primeros meses del año el 33% de los abandonos de animales son fruto de regalos navideños, explicaban desde Dejemos Huella hace un par de años.
Mientras que las protectoras y ciertas marcas concienciadas siguen luchando porque cale el mensaje de que los perros no son un juguete,que no es buena idea regalar cachorros por Navidad, anuncios como este vuelven a perpetuar la idea de que los cachorritos de razas de moda son un estupendo regalo sorpresa.
Hay mil formas de emocionar a través de nuestra relación con los perros, hay muchas maneras de mostrar que son parte de la familia sin tener que convertirlos en regalos de Navidad.
Desconocimiento o inconsciencia, pero el resultado es que es irresponsable seguir usando a los perros en publicidad de esta manera, sin tener en cuenta su bienestar y utilizándolos como meros accesorios para conectar emocionalmente con la audiencia.
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