Qué fácil parece ser lo de criar perros como si fueran piezas de maquinaria o algún tipo de objeto de usar y tirar, sin tener en cuenta su bienestar, solo atendiendo al dinero que puedan generar por ser de una raza de moda.
Esperemos que la entrada en vigor de la nueva Ley de Bienestar Animal, a finales de septiembre, cambie en algo la actual situación, está claro que es su voluntad pero está por ver que realmente así sea.
Lo que indica la normativa es que "La cría solo podrá realizarse por criadores registrados, con mecanismos de supervisión veterinaria, para conseguir que se realice de forma responsable y moderada."Y también se regula la venta, lógicamente, dado que ambas cuestiones están íntimamente relacionadas: "Se regula la venta o adopción de animales de compañía, estableciendo únicamente la posibilidad de ser realizadas por parte de profesionales de la cría, tiendas especializadas y autorizadas o centros de protección animal."
Claramente en este caso no se ha dado esa supervisión veterinaria ni nada que se le parezca. Por eso es TAN importante, en caso de elegir comprar un perro en vez de adoptarlo hacerlo de manera responsable: es crucial visitar al criador, ver sus instalaciones, ver cómo está la madre de los cachorros...
De lo contrario lo más fácil es que se esté fomentando este tipo de maltrato.
Hace unos días, el SEPRONA de la Guardia Civil ha denunciado a los propietarios de un criadero de perros, ubicado en la comarca burgalesa de Odra-Pisuerga, por diversas infracciones a la normativa legal vigente.
Los criadores carecían de núcleo zoológico y de licencia ambiental. No presentaron las cartillas de los canes, que no estaban censados en la localidad, por lo que no se ha podido comprobar que los animales se hayan sometido a tratamientos sanitarios obligatorios: vacuna antirrábica y desparasitación equinocócica.
En la inspección de las instalaciones, se observaron un total 39 perros, 36 de los cuales eran de la raza bulldog inglés. 15 estaban metidos en jaulas de 100 cm de ancho y 50 cm de alto, y el resto sueltos por las instalaciones careciendo de luz solar, y conviviendo con numerosos enseres con los que se podrían lastimar. Dos de los animales presentaban diversas heridas.
Había dos camadas de cachorros de bulldog inglés que se encontraban en una habitación sin ventilación y con excesivo calor para unos perretes de catorce semanas de vida. Todos ellos carecían de microchip identificador.
Pese a todo lo anterior, mientras se resuelve el expediente de la denuncia, los canes siguen a cargo de las mismas personas: no han sido retirados, nos confirman desde la Guardia Civil, porque no se ha apreciado maltrato animal o riesgo para las vidas de los perros.
Desde Protección Animal Burgos han compartido la noticia con una conclusión clara: "Creemos que en estos casos se deben intervenir inmediatamente los perros, solo así se les quitan las ganas de volver a hacerlo".
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