Con el objetivo de acabar con el deplorable y millonario negocio de la cría y venta ilegal de cachorros, tanto los que son criados en el país como los que entran ilegalmente desde las granjas de cachorros del Europa del Este, Theresa May acaba de anunciar una batería de medidas realmente importantes. Cuando se pongan en práctica -y esperemos que se aprueben sin grandes modificaciones a diferencia de lo que ocurrió en España con la ley que iba a acabar con la venta de cachorros en tiendas y que luego quedó en agua de borrajas- contribuirán, sin duda, a garantizar al bienestar de los perros de manera significativa: dejará de ser tan fácil la venta de cachorros enfermos o criados en condiciones terroríficas y sin ningún tipo de control sobre la salud de las madres, normalmente obligadas a parir como si fueran máquinas expendedoras de cachorros.
Uno de los cambios más importantes es que los criadores estarán obligados a enseñar a los cachorros junto a su madre. Y la compra siempre tendrá que ser presencial.
Estas dos cuestiones vienden siendo reivindicadas por las principales protectoras del Reino Unido desde hace años.
Son medidas realmente útiles para lograr que la cría ilegal deje de ser un negocio millonario. Solo así, fomentando que quien opte por comprar solamente pueda hacerlo de criadores oficiales y responsables que ofrecen los cuidados necesarios a las madres, se podrá acabar con lugares como éste. Solo así dejará de haber noticias sobre cachorritos enfermos, perros que son comprados por familias que muchas veces desconocen que existen mafias que trafican con vidas animales como si fueran mercancía de usar y tirar.
Otro punto importante de la legislación que llegará al Parlamento británico tras la Navidad es que los criadores con licencia sólo podran vender perros que hayan criado ellos mismos.
Y cualquier anuncio online tendrá que incluir tanto el número de licencia del vendedor así como el país de origen y el país de residencia del cachorro.
Además, se está estudiando cómo evitar la cría de perros que tienen graves problemas genéticos.
Esperemos, como comentábamos al comienzo, que en el Reino Unido sí logren sacar adelante todas estas medidas tan necesarias.En España las presiones de incontables sectores lograron paralizar la ley que el Gobierno había preparado, una ley que hubiera prohibido la venta de animales en tiendas y su exhibición en escaparates.
PD: Otra medida, esta enfocada a la Navidad, es la que han tomado en Dogs Trust Irlanda. Para evitar las adopciones por impulso en un momento particularmente complicado (cuando la familia no tiene tiempo para cuidar del cachorro, para educarlo y que aprenda a hacer pis donde debe, etc.- esta protectora ha paralizado todas las adopciones hasta después de las Fiestas.
Y es que hay que tener muy presente que lo que importa es que la decisión sea meditada, independientemente de si se adopta o compra, por mucho que siempre recomendemos la primera opción.