En medio de una situación terrible hay personas que también se acuerdan de los animales y, de alguna manera, así contribuyen a reforzar la humanidad, a demostrar que incluso entre la violencia y el horror hay atisbos de esperanza. Hace poco hablábamos del hombre de los gatos, en Aleppo, y ahora hemos conocido la labor de Cahide,un refugio para los animales que sufren las consecuencias de la guerra de Siria. Este lugar, creado por Cengiz Bayram, un médico, está en Gaziantep, en una localidad turca justo en la frontera con el país vecino.
El trabajo de los voluntarios y las donaciones que llegan, a veces de otras partes del mundo, hacen posible que Cahide pueda ocuparse de los animales abandonados y heridos, a veces casos extremos. Y también la bondad para con los animales de los soldados que deciden recoger a perros o gatos a los que se encuentran por el camino.
Perros como Miracle, Milagro. O gatos como el de la imagen, también a salvo gracias a otro soldado. Le llamaron Peace, Paz, y ya ha sido adoptado, vive en una librería de Estambul.
Desde 2011 Cahide ha ayudado a más de 300.Además de proporcionarles cuidados veterinarios y un lugar seguro donde hay cobijo y comida, intentan buscarles un hogar.
En su página de Facebook podéis ver más ejemplos de la gran labor que llevan a cabo en Cahide: en el centro también han dado trabajo a cinco refugiados sirios.