La población envejece, también la población canina: la esperanza de vida de los perros es, en teoría al menos, mayor que nunca. Y cada vez, por tanto, hay más perros senior. Una reciente encuesta en la que han participado 6298 dueños de al menos un perro (1046 en el Reino Unido; 1103 de EE.UU, 1049 de Australia, 1049 de Francia, 1050 de Japón y 1001 de Argentina), revela que aproximadamente 1 de cada 5 dueños de perros conviven actualmente un perro senior.La mayoría cambian la forma en que cuidan a sus perros a medida que se van haciendo más mayores cambiando su alimentación y reduciendo los paseos. Y un dato esperanzador:dos tercios de los encuestados en EEUU dijeron que probablemente adoptarían un perro seniorporque se comportan mejor y ya están educados.
El sistema inmunológico de los perros cambia a medida que envejecen, lo que significa que tendrán una capacidad reducida para responder a las infecciones o al estrés.
Es lo que se desprende de otro estudio, también recientemente publicado, que ha seguido a 80 perros a lo largo de más de 10 años midiendo una serie de parámetros para rastrear su proceso de envejecimiento.
Dado que, según explican los investigadores, un aspecto importante del envejecimiento humano es la regulación positiva de la respuesta inflamatoria y el aumento en el daño oxidativo que resulta en patologías relacionadas con la inflamación crónica, se quería determinar si algo similar ocurre en los canes.
El estudio comenzó cuando los perros eran adultos y continuó hasta el final de sus vidas. Y, efectivamente, los resultados dejan claro que también los perros sufren inflamación de bajo nivel y daño celular a medida que envejecen, igual que los humanos:
"La fisiopatología de la inflamación es, por lo tanto, de gran importancia terapéutica y ofrece múltiples objetivos para las intervenciones que defienden y retrasan sus efectos.
Por ejemplo, puede ser necesario optimizar los protocolos de vacunación para perros mayores y apoyar sus defensas contra las EOR (especies de oxígeno reactivo) mediante la administración de suplementos con antioxidantes.
Aunque se han sugerido muchas intervenciones para abordar las facetas de inflamación, un enfoque combinado puede ser más eficaz para desacelerar el ciclo proinflamatorio."