No es la primera historia que compartimos sobre un soldado con síndrome de estrés postraumático que logra salir adelante gracias a un perro. No es la primera, no será la última. Y todas emocionan por igual. Porque nunca dejará de impresionar ver cómo esas vidas rotas se recomponen, cómo esas personas que en muchas ocasiones llegan a considerar el suicidio (22 veteranos de guerra se quitan la vida cada día en EEUU) y cuyas familias sufren con ellos, consiguen encontrarse, volver a ser los que eran antes de sufrir los horrores de la guerra.
Rod Foliente tiene claro que Cadence, su perra de asistencia, ha sido un milagro para él y para su familia.
Ella fue entrenada por Warrior Canine Connection para que pueda reaccionar cada vez que él lo necesita, para "obligarle" a estar en el presente, no en Irak y en sus pesadillas.
Erick Scott también ha recuperado su vida gracias a un perro, gracias a Gumbo. Este vídeo -que se ha visto más de 7.5 millones de veces- muestra cómo en plena entrevista él empieza a ponerse nervioso y Gumbo lo nota y le calma...
No hay ninguna medicina capaz de hacer lo que hacen los perros de asistencia por estos veteranos de guerra...
Gracias por salvarme la vida: la carta de un veterano de guerra a su perro de asistencia