Buddy tiene unos cuantos achaques y camina a veces con lentitud pero todo esto se le olvida a este can, que tiene 12 años, en cuanto está cerca de la playa y escucha que en el agua hay alguna foca o algún león marino. Allá que se lanza, a nadar con ellos, a interactuar con esas criaturas marinas que, igualmente, parecen darle la bienvenida.
Su felicidad en el mar es evidente, disfruta nadando como si fuera un cachorrote. Y, explica su dueño, los leones marinos juegan con Buddy, nadando justo debajo de él, interactuando con el can. No dejan que se canse en exceso, ellos le acercan hacia la orilla si ven que se adentra demasiado en el mar.
Y todos los humanos que tienen la suerte de ver este espectáculo, también disfrutan y sonríen y así Buddy se ha convertido en una celebridad en Beuren, Washington, donde vive ahora junto a Daniel Lishner, el hombre que le adoptó y cuya vida cambió hace más de una década:
Como ironiza su humano, él lleva toda la vida intentando alcanzar la fama y como mucho ha hecho un anuncio. Su perro persigue a unos leones marinos y zas, le dedican un reportaje en la TV :-)
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