El presidente austriaco, Alexander Van der Bellen, es un humano muy perruno: él comparte su vida con una mestiza llamada Juli con una historia tremenda detrás, al parecer Van der Bellen recibió, a través de sus redes sociales, un mensaje de un hombre que le pedía que adoptara a un can de 8 años de un amigo común fallecido: la perra había sido encontrada en Grecia, en el mar, con las patas atadas.
Y Van der Bellen, aceptó: así es como Juli se convirtió en la "Primera Perra de Austria" e incluso participó en la anterior campaña electoral, ayudando a su humano a ser reelegido :-)
En paralelo, la Presidenta de Moldavia, Maia Sandu, también es humana perruna: ella adoptó a un perro callejero mestizo a comienzos de este año: Codruț había sido atropellado y le tuvieron que amputar una pata.
Desde entonces, el can protagoniza algún que otro post en el instagram de la mandataria, algo que seguro tendrá efectos secundarios, mostrando la importancia de la adopción y de la (buena) convivencia canina.
Y entonces, esta semana Van der Bellen ha viajado a Moldavia donde se ha reunido con Musar. En un momento, antes de posar para un retrato de grupo, incorporaron a Codruț...
Van der Bellen se acercó a saludar al perrete y el estrés -así como la postura del mandatario austriaco- pudo con Codruț que le pegó, como veréis, un mordisco en la mano.
Incluso las personas que adoran a los perros tienen la tendencia a saludar así, colocándose por encima del can, inclinándose hacia ellos pero sin agacharse, algo que para los perros puede llegar a resultar amenazante, sobre todo si están en un entorno que les genere estrés.
Por eso es TAN importante ser conscientes de que nuestra forma de comunicarnos no es la manera perruna y que a veces, sin querer, podemos enviar señales equivocadas a los perros.
Cuando alguien "saluda mal" a un perro y se lo hace a un can que no tiene herramientas emocionales para gestionarlo o cuando no puede escapar, puede reaccionar como el pobre Codruț, claramente sobrepasado por el momento:
Eso sí, lo mejor es ver el mensaje y el vídeo que ha compartido el Presidente de Austria en sus redes, es genial cómo ha resuelto el incidente con humor y con diplomacia canina:
"Mi primer encuentro con Codruț, el “primer perro” de la República de Moldavia, causó cierto revuelo. 😉
Todos los que me conocen saben que soy un gran amante de los perros y pueden entender su excitación: estaba nervioso por toda la gente que lo rodeaba. Todo fue la mitad de malo. Más importante aún, las conversaciones que tuve en Moldavia con el Presidente Sandu, el Primer Ministro, el Presidente del Parlamento y muchos empresarios austriacos fueron muy buenas. El futuro de la República de Moldavia reside en una Europa más grande. Nuestro futuro reside en una Europa común más grande.
Por cierto, el último día de mi visita a Moldavia le regalé a la presidenta Maia Sandu un pequeño juguete para Codrut. ¡Por una buena amistad! 😉"
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