Es una moda que llega del Reino Unido y sobre todo de las redes sociales, de TikTok: las clases de yoga con cachorros. Puede ser legal y puede sonar adorable y perfecto para generar contenido viral pero, igualmente, oculta una realidad cuando menos preocupante: es fácil que en estos eventos se trate a los perros como si fueran peluches vivientes y no se tenga en cuenta para nada su bienestar. Son manipulados de forma incorrecta y su experiencia con las personas es perjudicial para ellos.
Esas sesiones de yoga con cachorros serán placenteras para los humanos pero que no le aportan ningún beneficio a los perros, más bien lo contrario.
Y, en paralelo, pueden suceder cosas aún más sórdidas, como lo que ha ocurrido en Barcelona esta semana: la Guardia Urbana ha intervenido para llevarse a seis perros de pocos meses de edad de un local donde organizaban sesiones de yoga con cachorros y dónde, de paso, vendían los perros, canes que tenían enfermedades e irregularidades en su identificación.
En una operación conjunta entre la Guardia Urbana y la Oficina de Protección de los Animales se han recuperado los animales, que han quedado bajo tutela del Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona.
Este local de yoga en la avenida Meridiana tenía un acuerdo privado de colaboración con un establecimiento de venta de animales que les facilitaba sus cachorros.
La dinámica de la actividad consistía en mostrar a los cachorros durante las sesiones de yoga y las personas interesadas hacían los pedidos de compra, un sistema de comercialización de animales totalmente ilegal.
Gracias a la intervención de la Guardia Urbana, tras una denuncia interpuesta por una entidad animalista, pudieron rescatar a seis cachorros de muy corta edad, todos ellos con irregularidades en la identificación y, por tanto, con imposibilidad de trazabilidad sanitaria.
Cuatro de los animales proceden de países de fuera de la Unión Europea con pasaportes manipulados con irregularidades en el cumplimiento de la pauta de vacunas contra la rabia. Los animales dieron positivo de Giardiasis, una enfermedad intestinal de propagación muy rápida, tanto entre animales como entre personas, que ocasiona fuertes diarreas y, si no se trata con dieta y medicación adecuada, puede convertirse en enfermedad crónica en cachorros de poca edad.
Los animales están actualmente bajo la tutela del Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona (CAACB) y el departamento de Protección de los Animales iniciará el correspondiente expediente sancionador por las irregularidades.
Esta intervención ha sido posible gracias a la colaboración entre la Unidad de Investigación, la unidad de Refuerzo en las Emergencias y Proximidad, ambas de la de la Guardia Urbana y del Departamento de Gestión y Protección de los Animales del Ayuntamiento de Barcelona.
Basta dedicar unos minutos a buscar en redes para descubrir que en Barcelona hay dos negocios de puppy yoga y ambos solo ofrecen clases con cachorros de razas de moda: huskies, salchichas, labradores...
Uno de ellos se vanagloria de colaborar con refugios y fomentar la adopción -algo del todo imposible viendo el tipo de cachorros que aparecen en sus clases y en sus redes. El segundo sí explica que trabajan con "criadores certificados" y que sus "cachorritos son mayores de 2 meses y están destetados y vacunados".
Ambos "venden" los beneficios de la actividad, como si fuera parte de la socialización de los cachorros y anuncian que es una actividad para toda la familia. De ahí la importancia de correr la voz sobre lo poco ético que es una actividad como esta desde la perspectiva del bienestar animal.
PD En otros lugares las clases de yoga con cachorros sí que se organizan con perros en adopción. Es algo que -siempre que se haga con asesoramiento etológico, con perros que no sean demasiado jóvenes y sin causarles estrés- podría no ser negativo para los canes. Igual que el Doga, el yoga con perros, que tiene beneficios para personas y canes siempre que se plantee de la manera correcta.
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