Es como si el baño fuera el sillón del psicoanalista: ahí, bajo el agua, se revela la perronalidad de muchos canes: los hay que se relajan y lo disfrutan, los hay que ponen cara y orejas pochas de mártires, los hay que se esconden donde haga falta con tal de evitarlo y los hay que... lo soportan, sin más. PD: Aquí podéis consultar algunos consejos básicos para el baño, para que no se convierta en una pesadilla perri-humana.
Tía, por ejemplo, es más de bañarse en fuentes que en la bañera -de hecho, estoy por patentar el Fuenting como deporte perruno de riesgo, por aquello de que aunque ella no lo sabe, realmente está prohibido.
El caso es que Tía es de las que soporta el baño con dignidad y resignación perruna, como podréis ver, posiblemente pensando en el próximo charco en el que se meterásegún salgamos por la puerta, me temo yo.
Pocos muestran su felicidad de forma tan evidente como este salchicha, el disfrutólogo number one:
Y en plan rumbosos...
Claro que para canes felices, Arrow ¡si hasta salta ella sola al agua! Y la bañera es como su spa perruno... ahí está, nadando como una campeona, moviendo el rabillo.
Pero el que tiene el premio al más zen es, desde hace mucho, Casper: su vídeo relajado en la bañera ha sido visto ya más de millones de veces, ¡normal!
Claro que pocos baños tan, tan bonitos como estos... los de perros que han sido rescatados de la calle y comienzan así su nueva vida.
Este recopilatorio de baños caninos de The Dodo es también fabuloso.
Ian, Bella y Chejovson tres bulldogs que se enfrentan, cada uno, a su manera a "ese" momento: "Bella, se resigna con sus orejas hacia atrás. Chejov siempre planea la huía, a dos patas sobre la bañera, pero sus planes de fuga no llegan tan lejos. En cambio Ian es un santo, se deja bañar perfectamente y hasta colabora."
¿Entre los que lo detestan? Pues... Ellie: esta belleza de perra lo tiene clarísimo. Ni agua caliente ni mimos, ella pasa de baños y lo dice alto y claro.
Y otro que no es nada fan, un clásico en versión chihuahua.
Minnie, una Carlino, trata de escapar y esconderse donde sea con tal de que no la zambullan en la bañera.
Para los canes que tengan la misma reacción que Minnie: en Tiendanimal tienen un artilugio de lo más profesional que promete facilitar considerablemente el momento del baño para los anti-fans... no sé qué tal funcionará pero lo que sí es bien útil para cualquiera es tener una buena toalla para secar al can, como esta de microfibra que es la que uso yo con Tía.
Y luego, luego está el secador, ¡cómo no! Ese artilugio del demonio solo superado por la aspiradora :-)
Maymo, el gran maymo, por lo visto flipa con el secador. Mirad las caras que pone... este perro ha nacido para ser una estrella, es evidente. Desde luego sus humanos se lo curran, eso también es evidente.
Mirad a este otro can, un Chow Chow, disfrutando -más o menos- del asunto:
Y los vuestros, ¿cómo se lo pasan cuando toca baño? Por cierto, si no tenéis bañera en casa o no queréis ensuciar, cada vez hay más servicios de autolavado: espacios donde tú lavas a tu perro.